Los lingüistas estudian la estructura, el significado y el uso de los idiomas y cómo estos idiomas se relacionan entre sí. La contextualización representa una teoría dentro del campo de la lingüística que se basa en la idea de que las palabras no pueden entenderse completamente sin considerar también el contexto en el que se utilizan. Al ignorar el contexto, los hablantes y los oyentes se abren a malentendidos o malas interpretaciones. Los lingüistas que apoyan la teoría de la contextualización enfatizan que el punto de vista del hablante y del oyente importa tanto como las palabras mismas. Dado que todo el mundo tiene una historia y una experiencia de vida diferentes, los lingüistas también asumen que cada individuo tiene una comprensión única del lenguaje.
Las personas se basan en una variedad de pistas para ayudarles a poner el significado correcto de las palabras dentro de un contexto específico. Un cambio de tono, como una entonación ascendente al final de una oración, puede indicar una pregunta, una actitud de deferencia hacia el oyente o una falta de confianza. La elección de palabras también puede actuar como una señal, particularmente en términos de pronombres dominantes, o referirse a la audiencia de una manera respetuosa o despectiva. Las acciones no verbales, como el lenguaje corporal o movimientos o acciones específicas, también pueden desempeñar un papel importante en la definición del contexto. Sin estas señales de contextualización, es difícil comunicarse de manera efectiva.
La contextualización también juega un papel en la comprensión de la palabra escrita. En lugar de tomar las palabras al pie de la letra, los lectores deben intentar comprender los documentos en un contexto social, político o histórico. Esto significa mirar no solo las palabras, sino también la actitud y los antecedentes de la persona que las escribió, así como la actitud de la sociedad en ese momento. El concepto de contextualización es particularmente importante cuando se trata de investigaciones históricas o estudios religiosos, ya que los trabajos de los disidentes o aquellos con opiniones no mayoritarias pueden no haber sobrevivido hasta nuestros días. Los lectores también deben buscar prejuicios o agendas al interpretar un texto.
Según la teoría de la contextualización, los lingüistas deben examinar la imagen completa para comprender un idioma, discurso o documento, en lugar de solo las palabras en sí mismas. Esto significa intentar dejar de lado las propias opiniones y al mismo tiempo considerar los procesos de pensamiento, creencias e historia únicos del escritor. También requiere usar todas las señales disponibles para interpretar el significado detrás de la jerga o el lenguaje coloquial, y tratar de separar los hechos de la ficción u opinión. Dado que las experiencias y los puntos de vista de las personas están en constante cambio, la teoría de la contextualización incluso sugiere que las palabras pueden tener diferentes significados en momentos particulares, incluso cuando las lee u oye la misma persona.