El diagnóstico de un trastorno del procesamiento visual suele ser un proceso complicado. Aunque hay muchos síntomas de estos trastornos, estos síntomas a menudo son difíciles de conectar con el trastorno en sí. Además, muchas personas a las que se les diagnostica estos trastornos son bastante jóvenes y pueden tener problemas para explicar cuáles son sus síntomas. En la mayoría de los casos, reconocer uno de estos trastornos implica examinar los ojos y evaluar la capacidad del paciente para procesar diferentes tipos de información visual.
El tipo de trastorno del procesamiento visual más fácil de detectar es el causado por un problema en los ojos. Las escuelas y los pediatras suelen comprobar periódicamente si hay deficiencias a la vista. En los adultos, la visión borrosa puede provocar una visita al optometrista que puede diagnosticar uno de estos trastornos.
Un trastorno del procesamiento visual causado por un problema con el cerebro o la conexión entre el cerebro y los ojos puede ser mucho más difícil de detectar. Hay muchos tipos de estos trastornos y cada uno presenta síntomas diferentes. Aunque muchas de estas condiciones pueden parecer similares a las discapacidades generales del aprendizaje, examinar los problemas específicos que tiene un estudiante puede ayudar a llevar a un diagnóstico correcto y al tratamiento adecuado.
Un trastorno común del procesamiento visual es el de la discriminación. Las personas con este trastorno pueden tener dificultades para distinguir entre letras, números, formas o colores que son similares entre sí. Otras personas pueden tener problemas para identificar correctamente el orden de las letras o los números, lo que puede manifestarse como una dificultad para mantenerse en el lugar mientras leen o malinterpretan palabras o números. Este trastorno es uno de secuenciación visual.
También es posible que un trastorno del procesamiento visual interfiera con la capacidad de una persona para interactuar con el entorno. Los problemas con el procesamiento de la motricidad visual pueden causar dificultades con la motricidad fina y gruesa. Un problema para comprender las relaciones espaciales entre los objetos y entre los objetos y el observador también puede conducir a problemas de coordinación y habilidades motoras.
Algunas personas pueden tener problemas para saber qué es un objeto cuando está parcialmente oculto. Este tipo de trastorno del procesamiento visual es uno de cierre visual. Un problema para distinguir entre una figura y el fondo en el que aparece también puede indicar un problema con el procesamiento visual de una persona.
La memoria visual también puede verse afectada por trastornos del procesamiento visual. Estos trastornos pueden afectar la memoria a corto o largo plazo. Las personas con estos trastornos pueden tener problemas para recordar números de teléfono, cómo deletrear palabras comunes o lo que acaban de leer.