Las fluctuaciones normales de la presión arterial se producen a lo largo del día. Por ejemplo, el ejercicio provoca un aumento saludable de la presión arterial, mientras que la relajación hará que disminuya. Además, la dieta y otros factores ambientales como la temperatura pueden provocar fluctuaciones en la presión arterial. Estas leves fluctuaciones no presentan ninguna preocupación. Sin embargo, si la presión arterial permanece anormalmente alta o baja durante largos períodos de tiempo, se deben buscar las causas subyacentes y el posible tratamiento.
Un nivel normal de presión arterial está entre 90 sobre 60 milímetros de mercurio (mmHg) y 119 sobre 79 mmHg. Algunas personas tienden a tener una presión arterial más baja por la mañana, que alcanza su punto máximo por la tarde. Otros son lo contrario y tendrán una presión arterial más alta por la mañana, lo que se conoce como hipertensión matutina y puede fluctuar a lo largo del día.
Se cree que la presión arterial alta crónica, también conocida como hipertensión, es causada por una combinación de factores hereditarios y ambientales. Aquellos con familiares que padecen la afección pueden correr un mayor riesgo. Factores como fumar, beber, un alto consumo de sal, el sobrepeso, el estrés y el estilo de vida sedentario pueden desencadenar y exacerbar la afección. La hipertensión, a su vez, puede aumentar el riesgo de otras enfermedades cardiovasculares y cerebrovasculares.
Comprender las causas de los niveles de presión arterial fluctuantes y anormales puede ser difícil, ya que puede verse afectado por varios sistemas del cuerpo que interactúan. Sin embargo, los siguientes ejemplos pueden ayudar a explicar algunas de las posibles causas e interacciones. El consumo de una dieta alta en sodio, por ejemplo, puede provocar una presión arterial alta prolongada porque el sodio requiere líquidos adicionales. Los líquidos adicionales aumentan el volumen de sangre, lo que aumenta la presión arterial.
Las condiciones de salud subyacentes también pueden causar presión arterial anormal. Las personas que experimentan problemas con los riñones probablemente experimentarán fluctuaciones en la presión arterial. Si los riñones funcionan por debajo de lo óptimo, por ejemplo, el aumento del volumen de líquido provocará un aumento de la presión arterial. Otras afecciones médicas que provocan sangrado excesivo, enfermedades cardíacas e infecciones también pueden provocar niveles fluctuantes de presión arterial. Los trastornos endocrinos que alteran los niveles hormonales pueden ser otra causa.
Los síntomas de la presión arterial fluctuante no deben ignorarse porque una presión arterial inestable puede causar daños graves al cuerpo y la mente. Los síntomas de la presión arterial alta incluyen dolores de cabeza, confusión y problemas de visión. Los síntomas de la presión arterial baja son debilidad, mareos y sensación de desmayo. Los niveles de presión arterial se pueden controlar en el consultorio del médico, en la mayoría de las farmacias y en casa. Debido a los niveles fluctuantes de presión arterial a lo largo del día, las pruebas deben realizarse a la misma hora todos los días para obtener los mejores resultados.