¿Qué es el cáncer de hígado en etapa tardía?

Cuando una persona tiene cáncer de hígado en etapa avanzada, esto significa que las células cancerosas se han diseminado más allá del hígado a otras partes del cuerpo. Este es un diagnóstico muy serio, ya que esta etapa del cáncer de hígado es más difícil de tratar que las etapas iniciales. En muchos casos, una persona en esta etapa del cáncer necesita un tratamiento agresivo y algunos incluso pueden necesitar un trasplante. Para muchas personas en esta etapa del cáncer de hígado, la enfermedad resulta fatal.

Hay varias etapas del cáncer de hígado con las que un médico puede diagnosticar a un paciente. Por lo general, es deseable hacer un diagnóstico cuando el cáncer se encuentra en una etapa más temprana. Durante las primeras etapas de esta enfermedad, el cáncer es más tratable y el paciente tiene el pronóstico más deseable. A medida que el cáncer progresa, afecta más al cuerpo del paciente y sus posibilidades de supervivencia se reducen drásticamente. Para cuando a una persona se le diagnostica cáncer en etapa tardía, a menudo hay otros órganos afectados y es menos probable que el tratamiento tenga éxito.

Un paciente puede experimentar muchos síntomas diferentes cuando tiene cáncer de hígado en etapa avanzada. Incluyen dolor en el lado derecho del abdomen y una sensación general de malestar. Los pacientes también pueden experimentar pérdida de apetito y peso, y muchos desarrollan ictericia, que es la coloración amarillenta de la piel y los ojos. En muchos casos, una persona con cáncer de hígado en etapa avanzada también experimentará otros síntomas debido a los efectos del tratamiento que recibe o junto con la propagación del cáncer a otras partes del cuerpo. La cicatrización del hígado también puede provocar síntomas como confusión mental, problemas renales, hinchazón de las piernas y dificultades gastrointestinales.

Los tratamientos utilizados para el cáncer de hígado en etapa avanzada dependen de las recomendaciones del médico del paciente, que generalmente dependen del pronóstico único del paciente y de su estado de salud general, además del cáncer. La cirugía para extirpar el hígado enfermo y reemplazarlo por un hígado sano es una opción para algunos pacientes. Con frecuencia, también se utilizan quimioterapia, radioterapia y otros tratamientos destinados a destruir las células cancerosas. Cuando el paciente se considera terminal, el tratamiento puede, en cambio, centrarse en mantenerlo cómodo por el resto de su vida.

Desafortunadamente, es difícil identificar una causa del cáncer de hígado, pero hay algunas cosas que hacen que su desarrollo sea más probable. Por ejemplo, una persona puede enfrentar un mayor riesgo de desarrollar esta enfermedad si tiene una infección crónica por hepatitis o muchas cicatrices en el hígado. En muchos casos, sin embargo, los médicos no pueden identificar la causa.