El entropión es una afección ocular en la que el margen del párpado se desplaza hacia el ojo. Por lo general, causa dolor e incomodidad, porque las pestañas se arrastran por la delicada superficie del ojo cuando el párpado se enrolla. Esta afección es muy fácil de tratar y es una buena idea recibir tratamiento temprano para evitar daños permanentes en el ojo. . Un oftalmólogo puede diagnosticar muy rápidamente el entropión en un paciente y proporcionar un alivio temporal, como gotas lubricantes que se pueden usar hasta que el paciente pueda acudir a una cirugía para reparar el párpado.
A veces, el entropión es el resultado de una infección o un traumatismo en el ojo que daña el párpado. En otros casos, las personas nacen con esta afección. Algunos pacientes tienen párpados que se vuelven persistentemente hacia adentro, mientras que otros pueden tener los párpados en una posición normal la mayor parte del tiempo, con el párpado girando hacia adentro cuando estornudan, se limpian los ojos o niegan con la cabeza.
El problema clave del entropión es la irritación que provocan las pestañas. Las personas pueden experimentar picazón, dolor y enrojecimiento en los ojos, y comúnmente producen muchas lágrimas y comienzan a desarrollar problemas de visión con el tiempo. A veces, la córnea se infecta debido a la irritación. En los bebés con entropión, las pestañas suelen ser lo suficientemente suaves como para que no se produzca una irritación importante, pero los ojos del bebé pueden aparecer levemente irritados o llorosos.
El tratamiento para el entropión es la cirugía. En la cirugía, el médico cambia ligeramente la estructura del párpado para sacarlo y mantenerlo en su lugar. El tiempo de curación suele ser bastante rápido y el alivio de la irritación es inmediato, ya que las pestañas ya no se arrastran por la córnea con cada parpadeo. El médico puede recetar antibióticos o medicamentos antiinflamatorios después de la cirugía para tratar la infección o la irritación y ayudar a aclarar el ojo.
El entropión palpebral también es muy común en los perros. Muchas razas de perros son bastante propensas a ello. Los dueños de mascotas pueden identificar la afección al buscar signos de dolor e irritación, que incluyen enrojecimiento, lagrimeo y mucosidad espesa alrededor de los ojos. Debido a que los perros no pueden hablar para informar problemas de visión, es importante estar atento a los cambios de comportamiento o las señales de que un perro tiene problemas para ver. Un veterinario puede examinar al perro para confirmar el diagnóstico y realizar una cirugía rápida para reparar el párpado invertido y restaurar la comodidad y la visión del perro.