La colecistitis acalculosa es una forma de inflamación de la vesícula biliar que ocurre en ausencia de cálculos biliares. El término acalculoso se utiliza para calificar que la colecistitis no está asociada de ninguna manera con la presencia de cálculos biliares. La colecistitis aguda acalculosa generalmente se diagnostica en personas con una afección crónica existente, como la diabetes, que induce hinchazón e inflamación de la vesícula biliar. El tratamiento de esta dolorosa condición depende completamente de la presentación de los síntomas y de la salud general del individuo.
Por lo general, la inflamación de la vesícula biliar se asocia con la presencia de cálculos biliares que bloquean los conductos biliares y evitan que el líquido ácido pase al intestino delgado. La colecistitis ocurre cuando la inflamación y la hinchazón por sí solas impiden el flujo natural de bilis a través de la vesícula biliar hacia el tracto digestivo superior. De presentación rara, la colecistitis acalculosa crónica puede contribuir a cambios fisiológicos adversos dentro de la vesícula biliar, incluida la atrofia y el endurecimiento de los tejidos. A medida que la vesícula biliar se encoge y se espesa, pierde su elasticidad, comprometiendo su capacidad para contraerse y secretar bilis. En ausencia de una función adecuada, la composición ácida de la bilis acumulada promueve la inflamación de los tejidos.
Un diagnóstico preliminar de colecistitis, o inflamación de la vesícula biliar, generalmente se hace durante un examen físico en el que un médico realiza una evaluación palpatoria del área abdominal para verificar si hay signos de distensión y sensibilidad. Las pruebas de imagen, incluida una ecografía, generalmente se solicitan para evaluar la condición y el tamaño de la vesícula biliar y la funcionalidad del tracto gastrointestinal (GI) superior. Las pruebas adicionales pueden implicar la administración de un panel de sangre y un colecistograma oral, que se utiliza para confirmar o descartar la presencia de cálculos biliares.
Hay una variedad de signos y síntomas asociados con la acumulación de bilis que ocurre con la colecistitis. Después de comer, los individuos sintomáticos pueden desarrollar dolor abdominal en el lado derecho de moderado a intenso que persiste durante varias horas. En algunos casos, las molestias abdominales pueden empeorar progresivamente y afectar la capacidad de respirar profundamente. Los signos adicionales de colecistitis acalculosa pueden incluir fiebre, vómitos y náuseas. También es posible que algunas personas permanezcan asintomáticas, lo que significa que no experimentan ningún síntoma o solo experimentan una leve molestia abdominal.
El tratamiento para la colecistitis acalculosa generalmente depende de la gravedad de los síntomas y de su salud. Las personas con síntomas leves pueden experimentar alivio con la administración de antibióticos y analgésicos. Las presentaciones más graves pueden requerir hospitalización y la extirpación quirúrgica de la vesícula biliar, un procedimiento conocido como colecistectomía. A menudo realizada por vía laparoscópica, una colecistectomía conlleva cierto riesgo de complicaciones, como sangrado excesivo e infección.