¿Qué es la fobia a las agujas?

La fobia a las agujas, también llamada tripanofobia, es un miedo agresivo a recibir inyecciones de agujas médicas. El término no se usa generalmente para describir el miedo a las agujas no médicas, como las agujas de coser y las agujas para maquinaria. Muchas personas experimentan una leve fobia a las agujas cuando reciben inyecciones, pero no evitan los establecimientos médicos debido a este temor. El tratamiento para esta fobia solo es necesario cuando el miedo impide que una persona busque atención médica o se dedique a las actividades diarias.

Muchas personas que temen a las agujas también temen a los médicos. Esto se debe a que este tipo de miedo a menudo se relaciona con experiencias traumáticas que involucran procedimientos médicos, ya sea experimentados o vistos. La experiencia de todo el procedimiento desagradable se vincula psicológicamente con el símbolo de la aguja, y se despiertan grandes cantidades de miedo irracional cada vez que se ve este objeto.

Algunas personas que sufren de este miedo tienen reacciones de pánico cuando se enfrentan a la necesidad de recibir una inyección. Otros se desmayan al ver una aguja. La reacción exacta que experimenta una persona cuando se enfrenta a su miedo varía y es posible que la persona no pueda controlarlo. Es importante notificar al personal médico sobre la fobia grave a las agujas para que se puedan tomar medidas preventivas o se pueda tener personal adicional disponible.

El desmayo es uno de los problemas más comunes de esta fobia. Algunas personas que se desmayan al recibir las inyecciones no temen a la aguja, sino que temen desmayarse. Estas personas luego aprenden a temer recibir cualquier tipo de inyección debido a la probable reacción.

El tratamiento para este miedo es similar al de la mayoría de las otras fobias. Se pueden utilizar técnicas de relajación, pero a menudo no se recomiendan porque fomentan el desmayo. La mayoría de los profesionales médicos pueden aplicar inyecciones rápidamente, por lo que puede ser suficiente tener el autocontrol para realizar el procedimiento.

El miedo severo a las agujas a menudo surge inesperadamente en contextos médicos reales donde es necesaria una inyección. En estos casos, el gas de la risa u otras sustancias a menudo se pueden utilizar para que el paciente esté menos ansioso por el procedimiento. Los niños, que a menudo temen el dolor de una inyección en lugar de la inyección en sí, pueden calmarse con el uso de analgésicos tópicos porque esto elimina por completo la fuente de preocupación. En algunos casos, se puede utilizar un método alternativo para introducir una sustancia en el cuerpo, evitando las agujas, pero a menudo resulta en un procedimiento significativamente más doloroso. El uso de estos métodos puede estar justificado o no en el caso de una persona, pero si se sabe que existe una fobia grave a las agujas, es una buena idea notificar a los médicos de inmediato para que se puedan tomar las medidas adecuadas.