La Evaluación de Inteligencia Emocional es una prueba diseñada para medir la inteligencia emocional de una persona, que a veces se conoce como EQ. Esta prueba se basa en la investigación de Daniel Goleman, aunque no fue desarrollada por él. Las pruebas de inteligencia emocional comenzaron en la década de 1990 como una alternativa o complemento a las pruebas de inteligencia. Aunque algunas medidas de inteligencia emocional la tratan como una habilidad innata, la Evaluación de Inteligencia Emocional trata este tipo de inteligencia como una mezcla de habilidad innata y comportamiento aprendido. Estas pruebas se utilizan a menudo en los negocios para identificar fortalezas y debilidades en los empleados para que estos empleados puedan aprender habilidades para mejorar ciertos aspectos de su inteligencia emocional.
En 1995, Daniel Goleman publicó su primer libro sobre inteligencia emocional. Su investigación sugiere que este tipo de inteligencia es tan importante como la inteligencia estándar al evaluar el desempeño laboral, la capacidad de liderazgo y la contribución significativa a la sociedad de una persona. El Dr. Travis Bradberry y el Dr. Jean Greaves desarrollaron la Evaluación de Inteligencia Emocional ampliando el trabajo de Goleman. Esta prueba mide cuatro habilidades diferentes, conciencia social, gestión de relaciones, autoconciencia y autogestión, como lo describió por primera vez Goleman.
Una persona que realiza la Evaluación de Inteligencia Emocional se encuentra con 28 elementos de prueba. La prueba generalmente toma solo unos 10 minutos para completarse y cuantifica las respuestas de una persona en una puntuación en cada una de las habilidades de inteligencia emocional y un cociente general de inteligencia emocional. Al dividir la inteligencia emocional en sus partes componentes, la prueba identifica las fortalezas emocionales y las áreas de inteligencia emocional que podrían mejorarse.
Al tratar la inteligencia emocional como un conjunto de habilidades aprendidas, la Evaluación de la Inteligencia Emocional ofrece una medida de capacidad que es considerablemente diferente de la capacidad intelectual medida por una prueba de cociente intelectual (CI). La investigación que se llevó a cabo para crear esta prueba reconoce la presencia de múltiples tipos de inteligencia, algunas de las cuales son innatas y otras se aprenden. Las inteligencias aprendidas, como la inteligencia emocional, se pueden mejorar practicando una variedad de habilidades.
Muchas empresas han adoptado el uso de la Evaluación de Inteligencia Emocional como una forma de identificar las fortalezas y debilidades de los empleados. Una vez que se ha cuantificado la inteligencia emocional, existe tanto una línea de base para medir la mejora como un conjunto de habilidades a las que apuntar para mejorar. Para cada una de las habilidades de inteligencia emocional medidas por esta prueba, hay una serie de actividades y estrategias que se pueden utilizar para mejorar la inteligencia emocional de una persona.