Una mácula es una mancha de decoloración en la piel que mide menos de un tercio de pulgada (un centímetro) de ancho. Las áreas más grandes de decoloración se conocen como parches. Los maculos pueden ser causados por muchas cosas y pueden ser motivo de preocupación en algunos casos, o un hallazgo absolutamente anodino en otros. Un dermatólogo puede proporcionar más información sobre una mácula específica, incluido el acceso a pruebas de diagnóstico si existe la preocupación de que la mancha sea un signo de un problema médico subyacente.
Varias características caracterizan a una mácula y la diferencian de otros tipos de anomalías cutáneas. El pequeño tamaño de la mancha es una característica distintiva y puede ser de cualquier color, aunque las manchas tienden a manifestarse en tonos marrones y blancos. Las máculas también son planas y no provocan cambios en el grosor o la textura de la piel. Cuando alguien toca una mácula, no debería sentirse diferente a la piel circundante.
Muchas personas nacen con máculas causadas por distribuciones desiguales de pigmento. Estas pequeñas marcas generalmente no son motivo de preocupación. Del mismo modo, las máculas pueden desarrollarse con el tiempo en respuesta a la exposición al sol, lesiones y otros factores, y la marca no es necesariamente un indicador de que alguien está en peligro médico. En otros casos, una mácula puede ser un signo de un problema médico subyacente, que va desde una afección dermatológica hasta una falla orgánica.
Si una mancha aparece de repente, puede soportar una mayor observación. Los cambios en el color, la forma y el tamaño son signos de que se está produciendo un proceso continuo y puede ser una buena idea consultar a un dermatólogo para obtener asesoramiento. Si una mancha provoca un cambio en la textura de la piel, ya no es una mácula y existe la posibilidad de que sea una neoplasia maligna. Las personas a menudo pueden saber si una mancha es motivo de preocupación en función de su historial médico; alguien que siempre tiene pecas en verano, por ejemplo, probablemente no verá la aparición de una mácula como un motivo de preocupación, mientras que alguien que normalmente tiene la piel clara y se despierta con una serie de puntos blancos en los brazos podría estar preocupado.
Si un dermatólogo tiene inquietudes acerca de una mácula, generalmente se solicitará una biopsia. Durante la biopsia, se quita parte o la totalidad de la marca para su estudio adicional en un laboratorio a fin de detectar signos de anomalías. En ocasiones el médico quitará toda la marca en caso de que sea maligna, para ahorrarle al paciente un segundo procedimiento para quitársela. Las máculas también se pueden eliminar cuando se sabe que son benignas si un paciente las encuentra estéticamente desagradables.