¿Qué debo esperar de una prueba neurológica?

Una prueba neurológica es el medio que utiliza un médico o neurólogo para evaluar la función neurológica de una persona. La prueba está diseñada para evaluar las habilidades sensoriales, las habilidades motoras, el habla, la audición, la visión, el equilibrio, la coordinación y el estado de ánimo. Un médico puede realizar un examen neurológico, pero en algunos casos es posible que se necesite un especialista para administrar las pruebas e interpretar los resultados. Estos tipos de pruebas se utilizan para diagnosticar una amplia gama de trastornos neurológicos. Los trastornos genéticos como la esclerosis lateral amiotrófica y la enfermedad de Huntington, así como los tumores cerebrales y las lesiones traumáticas, pueden evaluarse y diagnosticarse con pruebas neurológicas.

La prueba neurológica generalmente se lleva a cabo en varias etapas separadas, cada una de las cuales evalúa diferentes funciones del sistema nervioso. En la parte de estado mental de la prueba, por ejemplo, el paciente responderá una serie de preguntas que examinan su estado de ánimo y pensamientos, su conciencia y las facetas de su capacidad intelectual, como el habla, el lenguaje, la memoria y el juicio. Durante esta parte de la prueba, también se observa el comportamiento del paciente para tipos particulares de respuestas emocionales o conductuales.

Otras partes de la prueba neurológica examinan los sistemas nervioso, motor y sensorial del paciente. Una de las más importantes es la prueba de los nervios craneales, que investiga funciones físicas como la visión periférica, el reflejo nauseoso, el olfato y el gusto y la sensación en el área de la cabeza y el cuello. En la prueba del sistema motor, se examina la función muscular del paciente en busca de signos de atrofia o movimientos anormales que puedan indicar anomalías.

Para examinar el sistema sensorial, el médico o neurólogo observará las respuestas al dolor, la presión, la temperatura y otros estímulos. Esta parte de la prueba neurológica generalmente se repite al menos una vez para garantizar que los resultados sean precisos. Los reflejos y la coordinación se prueban de manera similar. En las pruebas de coordinación, por ejemplo, se le pide al paciente que mueva los dedos u otras partes del cuerpo de varias formas, y el médico observa qué tan bien el paciente puede cumplir con estas solicitudes.

Durante una prueba neurológica, es fundamental que la persona que se está evaluando sea lo más precisa posible en sus respuestas a las preguntas de la prueba. Las respuestas inexactas pueden llevar a un diagnóstico inexacto, y dado que muchos trastornos neurológicos son de naturaleza progresiva, esto puede significar que un paciente no recibe la ayuda médica vital que necesita de inmediato. Por la misma razón, cualquier persona que se someta a dicha prueba debe asegurarse de no omitir ninguna información en sus respuestas, incluso si puede parecer intrascendente.