¿Qué es el síndrome de Crush?

El síndrome de aplastamiento es una complicación potencialmente mortal de una lesión traumática en la que una parte del cuerpo se somete a una fuerza de compresión durante un largo período de tiempo. Los derrumbes de edificios, los desastres naturales, los accidentes automovilísticos graves y otros escenarios pueden dejar a una persona atrapada debajo de los escombros pesados. Cuando se aplasta una parte del cuerpo, los músculos se ven privados de oxígeno y comienzan a morir. Las células dañadas liberan sustancias químicas tóxicas en el torrente sanguíneo que pueden causar shock, paro cardíaco y daño renal irreversible. El síndrome de aplastamiento debe reconocerse y tratarse de inmediato después del rescate para brindar las mejores posibilidades de recuperación.

Es más probable que una persona experimente el síndrome de aplastamiento si una parte grande del cuerpo, como un brazo o una pierna, queda atrapada durante más de una hora. Las fibras musculares privadas de oxígeno se rompen y filtran potasio, mioglobina y otras sustancias a los vasos sanguíneos cercanos. Cuando se elimina la fuerza aplastante, esos productos químicos entran en circulación y viajan por todo el cuerpo. El aumento repentino de los niveles de potasio en la sangre puede alterar el ritmo cardíaco y posiblemente inducir un paro cardíaco. La mioglobina es tóxica para los riñones y puede provocar insuficiencia renal total.

Los síntomas del síndrome de aplastamiento pueden variar según la naturaleza del evento traumático y la extensión de la lesión. Muchos pacientes responden, aunque con mucho dolor, cuando son rescatados inicialmente. A medida que los químicos tóxicos ingresan a la circulación en los minutos y horas posteriores al rescate, sus condiciones pueden disminuir rápidamente. Son comunes la debilidad extrema, la respiración rápida y la confusión mental. Una persona puede perder el conocimiento y perderla y mostrar signos de presión arterial muy baja. La atención médica de emergencia y la monitorización constante de los signos vitales son esenciales siempre que se sospeche el síndrome de aplastamiento.

El tratamiento para el síndrome de aplastamiento generalmente comienza tan pronto como se rescata al paciente. Los socorristas están capacitados para brindar oxigenoterapia que salvan vidas, reanimación cardiopulmonar y otras medidas de tratamiento hasta que el paciente llega al hospital. Una vez ingresados, los médicos analizan muestras de sangre y orina para detectar cantidades inusuales de mioglobina y potasio y evalúan el estado general del paciente. Por lo general, se administran líquidos y diuréticos por vía intravenosa para eliminar las toxinas de los riñones y reducir las posibilidades de insuficiencia renal. Si es necesario, se utiliza un desfibrilador para reiniciar el corazón o devolverlo a su ritmo normal.

La mayoría de los pacientes que experimentan el síndrome de aplastamiento deben permanecer en el hospital durante varios días para que los médicos puedan controlar sus afecciones. Las lesiones de huesos, músculos y otras estructuras se tratan adecuadamente con medicamentos o cirugía. En el caso de un daño severo, es posible que sea necesario amputar una parte del cuerpo para evitar complicaciones adicionales. Con atención continua y fisioterapia, muchas personas pueden recuperarse por completo de sus lesiones.