¿Qué es la retención de líquidos?

La retención de líquidos es una afección médica que ocurre cuando el cuerpo no puede extraer líquido, lo que hace que se acumule en todo el cuerpo o en un área localizada. Más propiamente conocida como edema, esta afección es muy común y puede tener una variedad de causas y enfoques de tratamiento. A menudo se asocia con el embarazo y los cambios hormonales causados ​​por el uso de anticonceptivos hormonales, junto con problemas circulatorios, quemaduras, ciertos medicamentos, artritis y enfermedades del hígado, los riñones, el corazón y los pulmones.

El agua juega un papel importante en el cuerpo. Se encuentra en el sistema circulatorio y en los tejidos del cuerpo, a menudo en forma de vehículo de nutrientes o productos de desecho. En las personas sanas, el agua se mueve a través del cuerpo en el sistema linfático, que elimina el exceso de agua mientras entrega agua dulce, y el agua se expresa a través de los riñones en forma de orina. El cuerpo utiliza varios sistemas para mantener el nivel del agua en equilibrio, ajustando la producción de orina para producir más o menos orina según sea necesario. Cuando estos sistemas se interrumpen, puede ocurrir retención de líquidos.

El síntoma más común de retención de líquido es la hinchazón que puede ser generalizada o en un lugar específico, como las piernas. Las personas también pueden sentirse adoloridas y adoloridas, con dolores en las articulaciones, rigidez y aumento de peso. En el edema con fóvea, cuando se presiona el área de la hinchazón, se formará una pequeña fosa que se irá llenando lentamente, mientras que en el edema sin fóvea, la piel saltará hacia atrás después de presionarla.

A veces, la retención de líquidos es benigna y se resolverá por sí sola. Por ejemplo, muchas mujeres retienen líquidos durante la fase de su ciclo menstrual en la que el estrógeno aumenta y el agua retenida se expresa más tarde. En otros casos, puede ser necesario tratar la retención de agua para evitar una acumulación adicional y hacer que el paciente se sienta más cómodo. El tratamiento generalmente implica determinar la causa subyacente y abordarla.

Las personas no deberían responder a la retención de líquidos bebiendo menos agua. En cambio, deben consultar a un médico para averiguar por qué están reteniendo agua y qué se podría hacer para controlarla. Por ejemplo, a veces se pueden usar prendas de compresión para ayudar al cuerpo a extraer el líquido, o un paciente puede variar la forma en que se viste, se sienta o se pone de pie para evitar la acumulación de líquido. Las mujeres embarazadas que pasan mucho tiempo de pie pueden encontrar, por ejemplo, que la retención de líquidos en las piernas y los tobillos se puede reducir descansando con los pies elevados.