¿Qué es la reducción cerrada?

La reducción cerrada es un método utilizado para tratar fracturas en el que el médico manipula los huesos fracturados desde el exterior del cuerpo para colocarlos correctamente sin hacer una incisión para acceder al sitio de la fractura. Este método de tratamiento de fracturas se prefiere en muchos entornos y se probará primero en algunos casos, incluso si un médico teme que pueda ser necesario un tratamiento quirúrgico. Las reducciones cerradas se pueden usar para tratar no solo fracturas, sino también dislocaciones.

Durante este procedimiento, el médico toma radiografías para visualizar el hueso y determinar la naturaleza y posición de la fractura. Se administran medicamentos analgésicos al paciente para que se sienta más cómodo, y luego el médico, generalmente un cirujano ortopédico, manipula cuidadosamente los huesos para volver a unirlos. Una vez que el cirujano está seguro de que los huesos están alineados correctamente, se inmovilizan para que puedan comenzar el proceso de volver a unir.

Una vez que se completa una reducción cerrada, se toma una segunda radiografía para confirmar que los huesos están colocados correctamente. Esto es importante porque si no se colocan adecuadamente, sanarán incorrectamente. Los huesos aún pueden sanar incorrectamente o cambiar durante la curación, lo que generalmente conduce a una situación en la que el paciente debe someterse a una cirugía. Las fracturas mal curadas pueden causar complicaciones como acortamiento de las extremidades y debilidad de las articulaciones. Los pacientes suelen experimentar una reducción significativa del dolor una vez que se ha reducido la fractura.

Hay una serie de ventajas en una reducción cerrada. Este tipo de tratamiento es menos invasivo, lo que puede acelerar el tiempo de curación. Es menos probable que exponga al paciente al riesgo de infección, porque la piel no está rota y no dejará cicatrices, lo que puede ser una preocupación para algunos pacientes. Sin embargo, este procedimiento no siempre es apropiado. A veces, una fractura debe repararse quirúrgicamente porque es compleja.

Por lo general, un cirujano puede determinar a partir de rayos X si es necesaria o no la cirugía. Si el cirujano no está seguro, primero se puede intentar una reducción cerrada para ver si la situación se puede resolver de esa manera. Antes de hacer esto, el cirujano debe sopesar los riesgos y beneficios de hacer una reducción cerrada. Un riesgo puede ser el riesgo de que el paciente sufra más lesiones durante la reducción de una fractura cerrada. Si este riesgo es alto, el cirujano puede sugerir pasar directamente a la cirugía.