Las tareas de atención son actividades que requieren seleccionar estímulos específicos para percibir y comprender. Por ejemplo, hacer la tarea de matemáticas es una tarea de atención, ya que el estudiante debe concentrarse en el problema planteado para resolverlo. Los investigadores pueden desarrollar tareas de atención para usar en estudios que examinen cómo el cerebro maneja los estímulos en competencia y clasifica la información para encontrar el material relevante. Estos estudios pueden ser particularmente importantes cuando involucran a personas que tienen dificultades con tales tareas. Su actividad cerebral puede proporcionar información sobre cómo se desarrolla la atención y cómo ayudar a los pacientes con déficits neurológicos.
Estas actividades pueden ser auditivas, visuales o táctiles. Un ejemplo de una tarea auditiva implica elegir una conversación en una habitación llena de gente y prestarle atención para comprender lo que dice el hablante y responder a él. La lectura es una tarea visual, mientras que una actividad como sentir y comprender la textura de un objeto desconocido es táctil. Algunas tareas de atención involucran información de múltiples estímulos; Los pilotos de aviones, por ejemplo, prestan atención a las señales visuales, táctiles y auditivas.
La naturaleza de las tareas de atención puede variar. Las tareas enfocadas requieren una concentración completa en estímulos específicos; un cirujano está realizando una tarea de atención enfocada que también es un ejemplo de una tarea sostenida, donde la persona necesita seguir concentrándose para terminar. Otras tareas pueden estar divididas o segmentadas, lo que permite a las personas cambiar de tarea o manejar entradas de múltiples fuentes a la vez. Alguien que cocina la cena mientras observa a los niños, por ejemplo, está involucrado en una tarea de atención dividida.
En la identificación y realización de las tareas de atención, el cerebro maneja una gran cantidad de estímulos del entorno circundante y determina rápidamente cuáles son los más importantes. La capacidad para hacer esto surge a medida que las personas se desarrollan y tienen la oportunidad de practicar. Los bebés y los niños pequeños, por ejemplo, pueden tener problemas con las tareas de atención enfocadas y sostenidas. Las deficiencias cognitivas también pueden causar problemas porque pueden interferir con las partes del cerebro involucradas en el procesamiento y la priorización de los estímulos en el entorno.
Los investigadores que desarrollan tareas de atención las diseñan con mucho cuidado para asegurarse de que comprenden con precisión lo que están estudiando. Si una tarea es demasiado vaga o compleja, podría activar numerosas áreas del cerebro y podría generar resultados confusos. En algunos casos, existe un deseo activo de confundir o desafiar a las personas para que aprendan cómo los sujetos manejan entornos con estímulos competitivos, como conducir automóviles mientras hablan por teléfono.