¿Cuáles son las causas comunes del pus en la axila?

El pus en la axila es causado por una infección bacteriana. Las bacterias pueden ingresar al cuerpo a partir de la piel lesionada relacionada con el afeitado u otros medios de depilación. Para minimizar el riesgo de piel rota en el área de la axila, a menudo se recomienda usar una rasuradora eléctrica en lugar de una rasuradora de hoja. El uso de productos químicos depilatorios también puede provocar roturas en la piel por la irritación que provocan. Los forúnculos y los ántrax también pueden causar una infección y pus.

Un forúnculo o un quiste acompañado de pus en la axila nunca debe exprimirse, pincharse o manipularse en exceso. Molestar el bulto puede agravar la infección e incluso hacer que se propague. Otros síntomas de una infección en la axila incluyen dolor, hinchazón y enrojecimiento. El color del pus puede variar de blanco a amarillo o verde, y también puede haber sangre, aunque generalmente hace que el pus se vuelva rosado en lugar de rojo brillante. Cuando ocurre una infección en la axila, se debe consultar a un proveedor de atención médica para obtener recomendaciones de evaluación y tratamiento.

A veces, el profesional de la salud puede decidir abrir el forúnculo para liberar el pus. Esto solo debe hacerse en un entorno médico y nunca debe intentarse en el hogar. Después de la punción del forúnculo o quiste, generalmente se aplica una pomada antibiótica tópica y luego se cubre con un apósito estéril. También se pueden recetar antibióticos orales para tratar la infección y reducir el riesgo de una infección secundaria.

Si la herida ha sido perforada, se deben evitar productos como antitranspirantes, desodorantes, polvos o depilatorios para reducir el riesgo de irritación adicional. A veces, una infección en la axila puede extenderse a otras partes del cuerpo, incluido el torrente sanguíneo. Los síntomas de una infección de la sangre incluyen fiebre, escalofríos, dolores corporales y dolor de cabeza. Además, pueden producirse fatiga, náuseas, vómitos y mareos.

Una infección que causa pus en la axila se conoce como infección purulenta y generalmente responde a la terapia con antibióticos. Es necesario terminar toda la prescripción de antibióticos para asegurarse de que la infección desaparezca. A veces, sin embargo, los antibióticos pueden causar efectos secundarios tan graves, como dolor de estómago, náuseas y diarrea, que hacen que el paciente deje de tomarlos. Si ocurren estos efectos secundarios, el proveedor de atención médica puede tratarlos o recetar un antibiótico diferente con menos probabilidades de causar problemas.