La erupción de ortiga es una afección que se debe a un problema del sistema inmunológico y no generalmente a la exposición a las ortigas. La erupción aparece en la piel como áreas rojas que pueden elevarse en la piel. Aunque la afección puede resolverse por sí sola en el transcurso de un día, tiende a regresar una y otra vez a la persona afectada. Las posibles causas incluyen alergias a los alimentos, reacciones a medicamentos y exposición a animales.
En una persona sana, el sistema inmunológico protege al cuerpo de peligros como enfermedades infecciosas. En ocasiones, la inflamación, el enrojecimiento y la hinchazón que el sistema inmunológico puede utilizar como herramientas contra la infección se produce de forma accidental como respuesta a sustancias que no deberían representar ningún peligro significativo para el organismo. Esto ocurre en casos de urticaria, pero a menudo, la persona no puede determinar qué sustancias o afecciones causan la erupción.
Por lo general, una erupción de ortiga produce urticaria en la piel que se enrojece y pica. Esta afección también se denomina urticaria o urticaria, y puede presentarse de forma crónica y afectar a las personas con regularidad, o de forma aguda, que solo ocurre raramente. Aunque la ubicación de las manchas en la piel puede cambiar con el tiempo, un caso típico desaparece después de solo un día.
La hinchazón y el enrojecimiento inflamatorio son causados por la presencia de una sustancia llamada histamina en la zona afectada. Los niveles de histamina aumentan con la respuesta inmune alérgica, y envían señales a los vasos sanguíneos en las proximidades del supuesto invasor para que goteen líquido en la piel, lo que provoca las protuberancias asociadas con la afección. Como la histamina es una parte integral del desarrollo de la urticaria, un medicamento antihistamínico puede ser beneficioso para la persona afectada.
Cuando la persona puede determinar cuál es la causa del sarpullido, es posible que descubra que se trata de una causa natural, artificial o física. Los desencadenantes naturales incluyen polen, picaduras de insectos y alimentos. Las causas artificiales incluyen medicamentos, como antibióticos y antiinflamatorios de venta libre. Los ingredientes del perfume o la exposición al níquel también pueden producir la erupción característica. Incluso las alteraciones en el entorno físico pueden producir urticaria, como la exposición al sol, la presión física sobre la piel o cambios en la temperatura corporal.
Si una persona experimenta muchos episodios de erupción, también puede tener un problema subyacente del sistema inmunológico, pero esto no es común. Algunos casos de urticaria, caracterizados por un sarpullido alrededor de la boca, en las manos y al lado de los ojos, son causados por una condición llamada edema angioneurótico hereditario. Esto es causado por mutaciones genéticas y requiere el consejo de un médico en lugar de un tratamiento con antihistamínicos.