Comúnmente, el sarpullido por estrés es lo que se conoce como urticaria o urticaria, y puede ocurrir en cantidades mayores o menores bajo una variedad de circunstancias estresantes. Es importante tener en cuenta que la urticaria tiene muchas causas diferentes y su presencia no siempre indica estrés. En cambio, podría sugerir una reacción alérgica a los alimentos ingeridos o el contacto con sustancias a las que la piel es sensible. La erupción por estrés podría ser el diagnóstico si una persona puede asociar el desarrollo de urticaria con el estrés. También es posible que los altos niveles de estrés provoquen otras erupciones que se basan en enfermedades, como el herpes en los genitales o la cara.
Mucha gente quiere saber por qué el estrés puede provocar un sarpullido, y las respuestas a esto no son tan claras. El estrés puede afectar el sistema inmunológico del cuerpo, lo que puede tener un efecto sobre la respuesta inflamatoria. La reacción puede ser similar a la que ocurre cuando el cuerpo responde a una sustancia a la que es alérgico, pero en este caso, el estrés podría considerarse el alérgeno. A medida que aumentan los niveles de estrés, también aumentan los niveles de inflamación e histamina. Esencialmente, algunas personas pueden tener una respuesta alérgica al estrés. Esto provoca los signos reveladores de un sarpullido por estrés en el que las protuberancias, la piel enrojecida y la picazón pueden cubrir el cuerpo en cantidades pequeñas o grandes.
Esta idea de la alergia al estrés es interesante, ya que algunas personas claramente no tienen y probablemente nunca tendrán un sarpullido por estrés. Sin embargo, todas las personas sufren estrés. El cuerpo de algunas personas puede ser simplemente mejor para hacer frente a los momentos difíciles o de ansiedad, y otros encuentran que un ligero nerviosismo puede desencadenar una respuesta inflamatoria de la piel. Puede haber diferencias físicas en la forma en que las personas manejan y procesan la ansiedad que explican la variación en la expresión del sarpullido por estrés.
El tratamiento del sarpullido por estrés puede tomar varias direcciones. El primero de ellos es promover la comodidad cuando una persona tiene un sarpullido activo. El tratamiento de primera línea es típicamente antihistamínicos orales, que ayudan a atenuar la respuesta inflamatoria y hacen que el sarpullido desaparezca. Esto puede tardar unos días en ser completamente efectivo.
La prevención de la erupción por estrés también es vital. Si bien las personas no siempre pueden prevenir el estrés, es posible que puedan encontrar nuevos métodos para sobrellevarlo, como: aprender ejercicios de relajación, adoptar técnicas de reducción del estrés, participar en la terapia de conversación o encontrar métodos adicionales para manejar los altos niveles de ansiedad. A veces, las personas se benefician de los medicamentos para tratar afecciones como la depresión, la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático o el trastorno de pánico. Estos también podrían ayudar a entorpecer la respuesta del cuerpo al estrés. Dada la naturaleza individual de la respuesta al estrés, es probable que cada persona obtenga un plan específico que funcione mejor, y la evidencia de que el plan está funcionando sería la reducción de las erupciones por estrés.
No se debe suponer que la urticaria es el resultado del estrés. Las personas también deben planear ver a un dermatólogo si tienen erupciones recurrentes. A veces, se recomiendan las pruebas de alergia para determinar su causa. Dado que muchas enfermedades se manifiestan por erupciones cutáneas, también es una buena idea obtener un diagnóstico de la erupción, en lugar de asumir que se trata de urticaria.