Se crea una corriente estelar cuando las estrellas de una galaxia son extraídas de su galaxia de origen por otra. La corriente estelar es un filamento largo y delgado de estrellas producido por la acción de estiramiento de las fuerzas de las mareas. Solo alrededor de una docena de corrientes estelares han sido nombradas o estudiadas en detalle. Al ser un fenómeno que solo ocurre a escala galáctica, la mayoría de las corrientes estelares son demasiado débiles y distantes para estudiarlas a fondo.
La corriente estelar más familiar y una de las primeras en ser confirmada como tal es la corriente Arcturus, ubicada a solo 37 años luz de distancia, que contiene la estrella Arcturus. La corriente de Arcturus es un remanente de una galaxia enana devorada hace mucho tiempo por la Vía Láctea. A lo largo de su vida, la Vía Láctea probablemente ha consumido docenas o incluso cientos de galaxias enanas más pequeñas, y continúa haciéndolo en la actualidad. Incluso observamos cúmulos de estrellas que parecen ser remanentes de los núcleos de galaxias devoradas, como el cúmulo de estrellas Omega Centauri. Sabemos que estos son antiguos núcleos galácticos y no cúmulos abiertos convencionales porque los cúmulos abiertos están formados por estrellas que se forman aproximadamente al mismo tiempo, mientras que un núcleo galáctico contiene estrellas de edades muy variables.
Una de las corrientes estelares mejor estudiadas es la corriente de Magallanes, un puente estelar que conecta dos de las galaxias más cercanas a la Vía Láctea, la Pequeña Nube de Magallanes y la Gran Nube de Magallanes. Debido a que las nubes de Magallanes se encuentran entre las galaxias más cercanas a la nuestra, a solo 150,000 años luz de distancia, podemos observar estrellas individuales en las «nubes» y sus paralaje, lo que nos permite hacer un mapa 3D de las galaxias y su corriente estelar intermedia.
Al igual que los planetas como Saturno hacen que el polvo se forme en anillos a su alrededor, algunas galaxias destrozan a otras y también las forman en anillos. Una corriente estelar en forma de anillo es el Anillo Monoceros, creado cuando la Vía Láctea se traga una galaxia enana, la Galaxia Enana Canis Major, unas 100 veces más pequeña que ella.