La molalidad es una relación utilizada en química analítica para expresar cuantitativamente la concentración de una solución química. Cuando se prepara una solución, contiene una cierta cantidad de soluto, una sustancia que se disuelve en un líquido. El líquido en el que se disuelve el soluto se conoce como disolvente. La molalidad (m) es la cantidad de soluto, expresada en unidades llamadas moles, dividida por la masa del solvente en kilogramos.
Para comprender la molalidad, es necesario comprender el mol, una unidad química fundamental. Un mol de una sustancia se define como que contiene el mismo número de unidades que el número de átomos en 12 gramos (g) del elemento carbono-12. Este número tan alto se conoce como Número de Avogadro. Un mol de carbono-12, por definición, pesa 12 gramos.
Todas las demás masas atómicas de los elementos se basan en el estándar de carbono-12. Una unidad de masa atómica unificada (u) es igual a 1/12 de la masa de un átomo de carbono-12; el carbono-12 pesa 12 u. El lunar se define de esta manera simplemente por conveniencia. Matemáticamente, significa que la masa de un mol de un compuesto en gramos es igual a su masa molecular en u.
La masa molecular de un compuesto se puede encontrar sumando las masas atómicas de sus átomos constituyentes. El agua, por ejemplo, consta de dos átomos de hidrógeno y un átomo de oxígeno. Cada átomo de hidrógeno tiene una masa atómica de aproximadamente 1.008 u y la masa del oxígeno es de aproximadamente 15.999 u. Por lo tanto, la masa molecular del agua es aproximadamente 18.015 u, y la masa de un mol de agua es 18.015 g.
La cantidad de soluto en una solución química se mide en moles. Un mol de sal, también conocido como cloruro de sodio, tiene una masa de aproximadamente 58.5 g. Si se disolvieran 58.5 go un mol de sal en un kilogramo de agua, la solución resultante tendría una molalidad de 1 m. Además, si se disolvieran dos moles de cloruro de sodio en 5 kilogramos de agua, la molalidad sería de 4 m.
Una medida de concentración similar y más utilizada es la molaridad (M). La molaridad, a diferencia de la molalidad, se basa en el volumen: es el número de moles de un soluto en un litro de solución. Dado que el volumen de una solución puede cambiar, expandirse o contraerse con los cambios de temperatura, la molaridad no siempre es una medida confiable de concentración. La molalidad, que se basa en la cantidad invariable de masa, suele ser más útil en situaciones en las que la temperatura de la solución es variable.