La geología de rocas es la ciencia que estudia la materia sólida de la Tierra. Analiza diferentes propiedades físicas entre los diversos tipos de rocas, cuál es la composición de las rocas y cómo las rocas se ubicaron en su posición. Este estudio es esencial para comprender la historia del planeta y cómo se formó hasta su condición actual. En la industria, la geología de rocas es esencial para determinar la seguridad en la ingeniería, mitigando los problemas asociados con la construcción en nuevas superficies.
Se cree que el primer geólogo fue el antiguo erudito griego Teofrasto. Publicó un libro, On Stones, en el siglo III a. C. Mantuvo sus posiciones autoritarias hasta principios de la Edad Media. Abu al-Rayhan al-Biruni introdujo nuevos conceptos sobre geología de rocas en el siglo XI. Hizo el caso de que India fue una vez parte del océano para explicar las variadas formaciones rocosas y fósiles que encontró. A través de su trabajo, influyó en varios filósofos naturales que finalmente se convertirían en los principios de la geología en el Renacimiento.
En 1785, James Hutton presentó las teorías modernas de la geología de rocas en un artículo para la Royal Society of Edinburgh. Formuló una teoría de que las montañas se erosionaron con el tiempo y se convirtieron en sedimentos. Estos sedimentos luego se formaron en nuevas rocas en el mar y finalmente regresaron a la tierra firme. Hutton determinó que las rocas podrían informar a la humanidad sobre la verdadera edad de la Tierra.
Según los geólogos de rocas, las rocas se organizan en tres tipos: sedimentarias, ígneas y metamórficas. El tipo está determinado por cómo se formó originalmente la roca. La roca ígnea se cristaliza a partir de magma o lava. Cuando esta roca está erosionada o degradada de otro modo, se considera roca sedimentaria. La roca sedimentaria a su vez se convierte en roca metamórfica cuando se somete a intensas presiones o calor. Los tres se pueden derretir una vez más, comenzando el ciclo de nuevo.
La geología de rocas se basa en gran medida en el trabajo de campo. Dado que las rocas se encuentran en la naturaleza, los geólogos generalmente necesitan viajar al lugar donde se encuentran los depósitos de rocas. Se llevan a cabo varias prácticas para mapear e identificar rocas y sus estructuras. El mapeo geológico permite a un geólogo formular una teoría sobre la estructura completa y la ubicación de diferentes formaciones rocosas. Esto ayuda a determinar el nivel y el proceso de erosión, así como la ubicación de posibles restos arqueológicos. Se llevan a cabo varios métodos de identificación de las rocas que incluyen pruebas sísmicas y análisis físicos.
Si bien la geología de rocas en el campo es importante, el trabajo de laboratorio también es muy importante. Los petrólogos usan dos métodos principales para identificar rocas en el laboratorio, ambos son altamente confiables. Los investigadores utilizan una microsonda electrónica o mediante microscopía óptica. El proceso de utilizar una microsonda electrónica implica extraer composiciones químicas para determinar la evolución de las rocas. En microscopía óptica, se analizan secciones delgadas de roca utilizando luz polarizada para identificar las diferentes propiedades de la muestra.