El níquel titanio es un metal fuerte y muy duradero con una serie de aplicaciones médicas y de otro tipo. Sus propiedades clave son la memoria de forma y la alta elasticidad, lo que puede hacer que sea útil para entornos en los que otros metales podrían descomponerse. Este metal puede ser complicado de fabricar y requiere instalaciones especiales para controlar su calidad y pureza. El sofisticado proceso de fabricación utilizado puede hacer que los productos de níquel y titanio sean más costosos que los fabricados con otros metales.
Este es un ejemplo de una aleación, una mezcla de dos o más metales que combina sus características únicas para desarrollar un producto con las características específicas deseadas. En el caso del níquel-titanio, cuando los metales se combinan en condiciones controladas, desarrollan una elasticidad muy alta. El metal puede doblarse y flexionarse fácilmente sin agrietarse ni romperse, manteniendo esta característica tanto en condiciones frías como calientes. Esto puede ser extremadamente útil para cosas como dispositivos médicos, que pueden necesitar soportar una tensión considerable sin fallar.
Además de ser muy elástico, este metal tiene una excelente memoria de forma. Esto significa que después de doblarse, volverá a su forma anterior y puede mantener esa forma a través de numerosas sesiones de flexión. Esto permite a los fabricantes crear productos que mantendrán su integridad a lo largo del tiempo, incluso bajo estrés. Para dispositivos como los stents quirúrgicos utilizados para abrir vasos sanguíneos, estos dos rasgos son esenciales. La flexión evita daños en los vasos sanguíneos, mientras que la memoria de forma mantiene el stent abierto incluso después de que se comprime.
Los productores de níquel titanio necesitan trabajarlo al vacío y controlar estrictamente la temperatura para resaltar las características deseadas del metal. Una vez que la aleación está lista, se puede transformar en productos como implantes quirúrgicos y herramientas médicas. También se puede utilizar para la producción de componentes metálicos utilizados en una amplia variedad de otros entornos donde las personas necesitan un metal resistente, ligero y flexible que pueda conservar su forma en condiciones adversas. Los productores pueden fabricar placas, alambre enrollado y otros materiales de base para empresas más pequeñas y para personas con quienes trabajar en la producción de componentes personalizados.
El uso generalizado de níquel titanio en la comunidad médica ha sido motivo de preocupación entre algunos defensores. El níquel es un alérgeno conocido y algunas investigaciones sugieren que también puede ser cancerígeno, lo que lo hace menos que ideal para su introducción en el cuerpo humano. Los investigadores de biocompatibilidad que analizan los materiales para determinar si pueden usarse de manera segura en un entorno médico creen que el níquel titanio es generalmente seguro, aunque puede haber algunas circunstancias especiales en las que no es apropiado.