La independencia de los datos es una forma de gestión de bases de datos que mantiene los datos separados de todos los programas que los utilizan. Como piedra angular de la idea de un DBMS o sistema de gestión de bases de datos, esta independencia asegura que los datos no puedan ser redefinidos o reorganizados por ninguno de los programas que los utilizan. De esta manera, los datos permanecen accesibles, pero también son estables y las aplicaciones no pueden dañarlos.
En el entorno de un DBMS centralizado, la gestión de la base de datos se basa en el proceso de independencia de los datos. Si bien la transparencia de los datos todavía existe en lo que respecta a la capacidad de diferentes aplicaciones para acceder y utilizar los datos para completar tareas, ningún programa o aplicación puede leer y luego comenzar a realizar cambios en los datos en sí. La coherencia de la información hace que el proceso general de mantenimiento y gestión de una única base de datos o de varias bases de datos dentro de un único entorno sea mucho más fácil.
Este concepto es diferente de otro enfoque denominado dependencia de datos. Con este enfoque, los datos utilizados para ejecutar una aplicación están realmente representados en el código fuente del programa. La capacidad de los datos para ser modificados por el programa, y viceversa, significa que la información no se considera constante y puede cambiarse ya sea iniciando el cambio mediante modificaciones en el código fuente o utilizando el programa de otras formas para adaptar el datos básicos.
Una de las funciones de la independencia de los datos es restringir el acceso a la estructura de almacenamiento de los datos por parte de las aplicaciones del usuario. Al ocultar de manera efectiva los detalles de la estructura de las aplicaciones, la posibilidad de que cualquier aplicación altere la naturaleza de los datos se vuelve imposible. Como resultado, los datos esenciales conservan su integridad y se mantienen consistentes sin importar cuántas bases de datos o aplicaciones de bases de datos accedan a ellos.
Hay dos niveles o tipos básicos de independencia cuando se trata de datos. La independencia lógica de los datos permite cambiar la estructura de los datos independientemente de modificar las aplicaciones o programas que hacen uso de los datos. No es necesario volver a escribir las aplicaciones actuales como parte del proceso de agregar o eliminar datos del sistema.
El segundo tipo o nivel se conoce como independencia de datos físicos. Este enfoque tiene que ver con alterar la organización o los procedimientos de almacenamiento relacionados con los datos, en lugar de modificar los datos en sí. Lograr este cambio en la organización de archivos o la estrategia de indexación utilizada para los datos no requiere ninguna modificación en la estructura externa de las aplicaciones, lo que significa que es probable que los usuarios de las aplicaciones no noten ninguna diferencia en la función de sus programas.