¿Qué son los cuentos de viejas?

Los cuentos de viejas son historias supersticiosas que se transmiten a través de múltiples generaciones de una sociedad. En algunas culturas, estos cuentos se tratan como hechos; por ejemplo, en el oeste, muchas personas creen que comer zanahorias les ayudará a ver mejor por la noche. Un estudio científico muestra que, si bien comer zanahorias es ciertamente saludable, no contribuirá a una mejora notable de la visión nocturna. En algunos casos, los cuentos de viejas son divertidos e inofensivos, pero en otros casos pueden llevar a las personas a tomar malas decisiones, por lo que es una buena idea evaluar cuidadosamente la sabiduría popular antes de usarla.

El término proviene de la idea de que las mujeres mayores suelen ser más sabias debido a sus experiencias de vida. Muchas culturas admiran a los ancianos de su comunidad, especialmente cuando se trata de información sobre diversos temas de la vida, y en algunas sociedades, las mujeres mayores ofrecen servicios de curación y consejos generales para ayudar a los miembros de su comunidad. Estas ancianas a veces proporcionaron consejos útiles, gracias a su experiencia.

Muchos cuentos de viejas están relacionados con la salud, el embarazo y la pubertad. Los remedios caseros, las instrucciones para determinar el sexo de su bebé y las formas de evitar el embarazo son a menudo cuentos de viejas, aunque algunas de estas colas pueden tener algunos granos de verdad. Por ejemplo, comer sopa de pollo no necesariamente ayudará a alguien a mejorar de un resfriado, pero la sopa de pollo es una buena fuente de nutrición que es fácil de absorber, por lo que podría ayudar a alguien a mantenerse saludable para que su sistema inmunológico pueda combatir el resfriado. .

Algunos cuentos de viejas son conceptos erróneos y pueden ser peligrosos. Por ejemplo, muchos cuentos de viejas prescriben varias técnicas para evitar el embarazo, como tener relaciones sexuales de pie o hacer ejercicio vigorosamente después de la actividad sexual. Estas técnicas no son realmente efectivas para la planificación familiar y no deben ser utilizadas por personas que estén genuinamente preocupadas por quedar embarazadas. Desafortunadamente, la sabiduría popular es tan omnipresente que estas ideas incorrectas se transmiten de un compañero a otro muy rápidamente, lo que puede ser peligroso cuando no se dispone de información más eficaz.

En otros casos, los cuentos de viejas son simplemente de sentido común. Beber mucho té y jugo, por ejemplo, ayuda al cuerpo a eliminar las toxinas, lo que puede mejorar el tiempo de recuperación de los resfriados. Algunos cuentos de viejas también brindan sugerencias sobre cómo elegir alimentos que sean sabrosos y seguros para comer; mucha gente está familiarizada con la vieja técnica de tocar un melón para ver si es bueno o no, por ejemplo.