Una curva de aprendizaje es un concepto que se utiliza para medir la rapidez con la que se puede dominar una habilidad. Por lo general, se muestra como un gráfico simple, a menudo representa la combinación del tiempo que lleva aprender una nueva idea o conjunto de habilidades, combinado con la velocidad a la que se logra el dominio. Las curvas de aprendizaje se utilizan a menudo para medir el progreso de un individuo frente a un promedio.
El psicólogo alemán Hermann Ebbinghaus acuñó el término durante su investigación sobre la memoria y la memorización a finales del siglo XIX. En su trabajo de 19, Memoria: una contribución a la psicología experimental, Ebbinghaus describió sus hallazgos con respecto a la curva de aprendizaje, o la velocidad a la que se adquiere el conocimiento, y la curva de olvido, un gráfico relacionado que mide la rapidez con la que se pierde la información memorizada. Su libro se considera un trabajo pionero en el campo y rápidamente llevó a la popularidad del uso de estas curvas como un medio para medir el progreso.
El concepto es algo confuso en terminología, incluso para los expertos. Por ejemplo, una curva pronunciada implica dos gráficos muy diferentes. Algunos creen que significa que hay una gran ganancia de conocimiento en las primeras etapas, que se muestra en el gráfico habitual como una pendiente pronunciada al principio que se reduce gradualmente. El ajedrez, por ejemplo, podría considerarse un juego con una curva pronunciada, ya que si bien las reglas son simples y se aprenden rápidamente, el dominio del juego puede llevar años. El término también se usa a veces para describir una habilidad particularmente difícil o ardua de aprender, ya que presumiblemente las pendientes empinadas son más difíciles de escalar.
Las curvas de aprendizaje planas o graduales se entienden más generalmente como un concepto. En una curva plana, la tasa de conocimiento adquirido se espacia lentamente a lo largo del tiempo, por lo que la tasa es generalmente la misma. Los sujetos necesitan mucho tiempo para lograr un dominio completo, pero brindan suficiente tiempo para grabar realmente los procedimientos o los componentes de las habilidades en el cerebro. A menudo son muy difíciles de aprender, ya que no proporcionan las recompensas de un conocimiento rápido y utilizable.
Las personas deben recordar que estos gráficos representan una tasa promedio de conocimiento adquirido a lo largo del tiempo. Como diferentes personas tienen diferentes antecedentes o aptitudes, algunas pueden aprender considerablemente más rápido o más lento que otras. Sin embargo, una falla constante en el cumplimiento de las metas o puntos de control establecidos por las curvas de aprendizaje puede indicar un problema, como una discapacidad de aprendizaje o simplemente no entender los fundamentos de una materia. En este caso, puede valer la pena intentar corregir el problema mediante tutorías de recuperación en el tema. Si la tutoría no ayuda a mejorar la tasa de aprendizaje de un estudiante, es posible que desee someterse a una prueba de problemas de aprendizaje, como dislexia, que pueden estar impidiendo la capacidad del individuo para mantenerse al día.