Un mioma es un tumor que crece con mayor frecuencia dentro o fuera del útero y al que se hace referencia con el nombre más familiar, fibroma. Estos tumores no son cancerosos y muchas mujeres que los contraen nunca saben que los tienen. En algunos casos, hay múltiples tumores o un solo mioma crece en tamaño extremadamente grande y comienza a causar síntomas. Vale la pena repetir que los fibromas pueden ser completamente asintomáticos y tan pequeños que serían difíciles de diagnosticar. Otros se agrandan significativamente, son fáciles de visualizar con herramientas como el ultrasonido y pueden necesitar tratamiento para promover mejor la comodidad.
No siempre se sabe por qué una mujer puede desarrollar fibromas. Algunas causas potenciales incluyen la raza, donde parece que las mujeres de ascendencia africana tienen un mayor riesgo de contraer un mioma o más de uno. Las mujeres con otros miembros de la familia que los padecen también pueden tener un riesgo elevado. El sobrepeso también puede aumentar el riesgo de desarrollar un mioma.
Si uno o más miomas se desarrollan y son sintomáticos, las personas pueden esperar síntomas como sangrado menstrual abundante. Durante la parte de “sangrado” del ciclo menstrual, se pueden saturar más toallas sanitarias por día y la duración del período puede ser más prolongada, a menudo excediendo los siete días. Algunas mujeres también tienen manchas entre períodos.
Si los fibromas son grandes, pueden ejercer presión sobre el útero y la vejiga. Algunas mujeres sienten la necesidad de orinar con frecuencia o tienen problemas para vaciar completamente la vejiga o los intestinos. Otros pueden sentir molestias en la región pélvica y tener una sensación de calambres constantes.
Uno de los mayores problemas con la presencia de un mioma grande es el riesgo de sangrado tan intenso que se desarrolla una deficiencia de hierro o anemia. Los casos de sangrado abundante y manchado significativo deben notificarse a un médico. Además, los fibromas que crecen fuera del útero pueden estar adheridos a este mediante una pequeña conexión llamada tallo, y si se retuerce repentinamente, se puede desarrollar un dolor extremo. Las personas necesitan tratamiento inmediato si experimentan un dolor pélvico extremo.
A veces, la presencia de uno o más miomas más grandes pone a las mujeres en mayor riesgo de aborto espontáneo y esto debe abordarse mediante la extirpación del tumor. Por otro lado, muchas mujeres tienen fibromas y se someten a embarazos perfectamente saludables. La presencia de estos crecimientos no indica necesariamente que sea necesaria una intervención médica.
Muchas mujeres que desarrollan fibromas tienen suficientes síntomas desagradables que requieren tratamiento. En el pasado, dicho tratamiento era agresivo y, si los fibromas eran grandes, casi siempre implicaba histerectomía o extirpación del útero. En la actualidad, existen estrategias de tratamiento eficaces que son menos invasivas. Un método de tratamiento más nuevo es el uso de ondas de sonido para eliminar los fibromas en un procedimiento llamado cirugía de ultrasonido focalizado.
Otra opción para el tratamiento de los miomas es tomar medicamentos que pueden hacer que el tejido fibroide se encoja. Alternativamente, las mujeres pueden optar por la extirpación quirúrgica de los fibromas, conocida como miomectomía. En el peor de los casos, en los que los fibromas suponen un riesgo para la salud, la histerectomía aún se puede considerar, ya que la extirpación del útero significa que los fibromas ya no pueden desarrollarse.