Los pacientes con trasplante e injerto de hígado pueden sufrir complicaciones si el organismo rechaza el órgano trasplantado. Aunque los médicos intentan emparejar donantes con receptores por tejido y tipo de célula, aún pueden ocurrir rechazos cuando el sistema inmunológico identifica el tejido trasplantado como extraño. Algunos síntomas comunes del rechazo de un trasplante de hígado incluyen fiebre, dolor o hinchazón abdominal, irritabilidad, fatiga, piel descolorida y orina descolorida. Si bien muchos de estos síntomas son leves y a menudo forman parte del proceso de recuperación y adaptación, los síntomas prolongados o más extremos pueden indicar un rechazo. Los pacientes que sufran síntomas de rechazo deben consultar a un profesional médico de inmediato.
Los síntomas menos extremos de rechazo, como fiebre, agotamiento, mal humor, dolores de cabeza y picazón, también pueden ser causados por otras afecciones, pero no deben descartarse, especialmente si persisten por más tiempo de lo esperado. En el caso de la fiebre, una temperatura superior a 100 ° F (37.7 ° C) es un fuerte signo de rechazo del tejido, aunque incluso un pequeño aumento de la temperatura corporal puede indicar un problema. El dolor, la sensibilidad y la hinchazón de los tejidos en el área abdominal pueden ser causados por contusiones o infecciones posquirúrgicas, pero también pueden significar un rechazo de los tejidos. Si dos o más de estos síntomas ocurren en conjunto, pueden ser un indicador tan firme de rechazo del trasplante como los efectos secundarios más graves.
Las reacciones más distintas pueden incluir heces de color arcilla, ictericia y orina marrón. Estos signos se confunden menos fácilmente con otras dolencias y apuntan con mayor certeza hacia el rechazo del trasplante de hígado. Dado que el hígado procesa las toxinas en el cuerpo, la piel, las heces y la orina decoloradas generalmente indican una función o insuficiencia hepática inadecuada. Las pruebas periódicas de la función hepática también pueden identificar el fracaso del trasplante en etapa temprana o avanzada.
Algunos pacientes no presentan síntomas de rechazo de trasplante de hígado hasta que el órgano trasplantado falla. Estas personas a menudo corren el mayor riesgo de sufrir efectos secundarios graves porque carecen de los primeros signos de advertencia. Los pacientes con trasplante de hígado, incluso aquellos que parecen estar recuperándose bien, deben ser monitoreados de cerca para detectar cualquier signo de falla o rechazo repentino, y deben recibir atención de emergencia de inmediato si el trasplante falla.
Los medicamentos contra el rechazo generalmente se recetan para ayudar al cuerpo del paciente a adaptarse a la presencia de tejido extraño. Se requiere que muchos pacientes de trasplantes mantengan un régimen de medicamentos por el resto de sus vidas para prevenir el rechazo de tejido en etapa tardía. Aunque el medicamento a menudo tiene éxito, en algunos casos, el cuerpo del paciente desarrolla tolerancia con el tiempo y aún puede rechazar el hígado trasplantado después de meses o años sin incidentes. Se requiere un control regular y atención médica para garantizar una función hepática adecuada y prevenir el rechazo posterior de un trasplante de hígado.