La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, o EPOC, es una afección en la que las vías respiratorias de los pulmones están constreñidas y no pueden procesar el flujo de aire de manera eficiente. La principal causa del desarrollo de la EPOC tiene que ver con algún elemento que desencadena una respuesta inflamatoria inusual en los pulmones. Estos elementos pueden deberse a una exposición prolongada a partículas en el aire o gases presentes en lugares donde el individuo frecuenta, como un lugar de trabajo. La EPOC también puede tener sus raíces en el tabaquismo, que se encuentra entre las causas más comunes de la afección.
En todos los casos, el elemento o la causa de la afección desencadena una o más respuestas anormales de alguna parte de los pulmones. Cuando la respuesta desencadenada incluye el desarrollo de moco o esputo que se expele con regularidad, es muy probable que la reacción se centre alrededor de las vías respiratorias más grandes de los pulmones. Es probable que la afección conduzca primero al desarrollo de bronquitis y luego progrese a EPOC.
La EPOC puede producirse como una infección en el tejido pulmonar propiamente dicho que hace que el tejido comience a deteriorarse. Cuando esto sucede, la inflamación se concentra en los alvéolos y generalmente comenzará como enfisema. Con la exposición continua al elemento desencadenante, se desarrollará EPOC.
El diagnóstico de EPOC generalmente se produce cuando los síntomas asociados con la bronquitis o el enfisema empeoran repentinamente. Los médicos realizarán una serie de pruebas destinadas a evaluar la capacidad y la eficiencia de los pulmones. Una vez que se determina la gravedad de la afección, es posible elaborar un régimen de tratamiento que ayude a retrasar el desarrollo de la EPOC y tal vez proporcione algo de alivio al mismo tiempo. Sin embargo, es importante recordar que no existe una cura real para la EPOC, solo tratamientos para minimizar las molestias y hacer posible que quien la padece pueda disfrutar de una mejor calidad de vida.
Una vez que se confirma el diagnóstico de EPOC, uno de los primeros pasos para tratar la afección es eliminar cualquier desencadenante potencial que pueda causar que la enfermedad empeore a un ritmo más rápido. Por ejemplo, evitar el uso de tabaco y abstenerse de inhalar humo de segunda mano eliminará un posible desencadenante. Del mismo modo, puede ser prudente buscar una línea de trabajo diferente si el entorno de trabajo contiene una exposición constante a partículas en el aire, como el polvo de carbón.
Otra forma de lidiar con la EPOC implica mantener un peso saludable. Esto significa evitar aumentar demasiado de peso o perder más libras de las que su médico considera saludable. Al mantener el peso del cuerpo dentro de los perímetros aceptables, se ejerce menos presión sobre los pulmones y es mucho menos probable que el individuo sufra un ataque repentino.
Hay varios medicamentos que se pueden recetar para ayudar a aliviar el sufrimiento causado por la EPOC. Los médicos comparan el estado actual de la afección con un medicamento que sea apropiado para esa etapa de desarrollo. Tomar el medicamento según lo recomendado por el médico es una parte importante de vivir con EPOC y sus síntomas.