La piel humana está formada por varias capas, y la capa más externa se llama epidermis, que se encuentra directamente encima de otra capa llamada dermis. Las papilas dérmicas, a veces llamadas clavijas dérmicas o DP, son pequeñas protuberancias de la capa de la dermis hacia la capa de la epidermis. El DP cumple varias funciones, incluido el fortalecimiento del enlace adhesivo entre la dermis y la epidermis, reduciendo el riesgo de separación entre estas dos capas de piel y proporcionando flujo sanguíneo a la epidermis, que no tiene suministro de sangre propia. Los nervios que atraviesan la dermis hacia la epidermis a través de las papilas dérmicas también cumplen la función de proporcionar información sensorial importante, y estos nervios son especialmente sensibles a la presión, el dolor, el frío y el calor. En las manos y los pies, el patrón del DP es visible en forma de huellas digitales, también conocidas como crestas epidérmicas o papilares.
Cada protuberancia individual de la dermis hacia la epidermis se llama papila dérmica. En su forma, una papila se parece a un dedo o pezón, y la palabra se deriva de la palabra latina papula, que significa espinilla. La parte de la dermis donde se encuentran las papilas dérmicas también se llama dermis papilar o capa papilar. Aproximadamente el 20% de la dermis está formada por esta capa papilar, que consiste principalmente en tejido conectivo elástico, vasos sanguíneos, receptores táctiles y terminaciones nerviosas.
Las papilas dérmicas son una parte importante de la anatomía de la piel. Contienen los bucles vasculares y los capilares que transportan oxígeno y nutrientes desde el sistema sanguíneo a la epidermis, al tiempo que eliminan los productos de desecho de la capa epidérmica. La epidermis funciona principalmente como una capa protectora exterior y no tiene células nerviosas propias, pero las papilas dérmicas tienen terminaciones nerviosas especializadas que son extremadamente sensibles y proporcionan información sensorial vital desde este estrato más externo de la piel.
Las papilas dérmicas son importantes en la formación de folículos pilosos y están involucradas en el ciclo de crecimiento y desprendimiento del cabello. Un folículo piloso es una hendidura en la epidermis que se encuentra justo encima de una papila dérmica. En el caso de un folículo piloso, una papila dérmica está rodeada por lo que se denomina matriz capilar, que consiste en células epiteliales y células productoras de pigmento que ayudan a formar el propio cabello y la vaina de la raíz de la cual crece el cabello. El acceso al vaso sanguíneo capilar en una papila dérmica es vital para la formación y crecimiento del cabello.