La columna dorsal es una parte de la médula espinal que se encarga de transportar la información sensorial del cuerpo a la corteza cerebral. Esta parte de la médula espinal es clave para percibir el tacto fino, como el que se usa para distinguir las texturas, junto con la vibración. La columna dorsal también contribuye al sistema de propiocepción del cuerpo, utilizado para orientar el cuerpo en el espacio y coordinar los movimientos musculares, dada la información sobre la posición del cuerpo.
Mucha gente piensa en la médula espinal como una entidad única. De hecho, es un paquete de materia gris y blanca, con una serie de nervios de conexión, rodeado de varias capas resistentes de material que están diseñadas para protegerlo de daños. La médula espinal lleva señales hacia y desde el cerebro, lo que requiere una gran cantidad de cableado literal para comunicarse con varias partes del cuerpo.
El nombre «columna dorsal» en realidad proporciona algunas pistas, para las personas que están familiarizadas con la terminología médica. «Dorsal» es un término que se utiliza en posicionamiento anatómico para referirse a algo en la parte posterior del cuerpo, lo que significa que esta columna está en la parte posterior de la médula espinal. «Columna» indica que la estructura es una de varias columnas ubicadas en la médula espinal.
Se producen una serie de conexiones para obtener información del cuerpo hacia la médula espinal. Numerosas neuronas vinculadas transmiten información sensorial a la columna dorsal, e incluye varios segmentos que terminan en diferentes áreas del cerebro. En alguien con una columna dorsal sana, las señales se envían al cerebro en menos de un segundo, y el cerebro usa esta información para tomar una variedad de decisiones, desde decidir que la mano toca el terciopelo hasta ajustar los músculos de los pies para compensar Para terrenos irregulares.
El daño a la columna dorsal causa pérdida de sensibilidad debajo del área del daño. El daño puede ocurrir como resultado de lesiones que aparecen en el caso de algunas enfermedades que atacan el sistema nervioso central, y también puede ser causado por un traumatismo, como daños a la columna en un accidente automovilístico o presión ejercida sobre la columna dorsal por irregularidades anatómicas. Un neurólogo puede usar una serie de pruebas para ubicar el sitio del daño, usando estimulación sensorial para averiguar qué nivel de la columna dorsal ha sufrido una lesión y una imagen espinal para obtener más información sobre la lesión. Este examen también puede revelar otras formas de daño a la médula espinal y los haces de fibras que transportan información hacia arriba y abajo de la columna vertebral.