Seg?n algunos te?ricos, las c?lulas del cuerpo retienen recuerdos independientemente del cerebro. Este fen?meno se conoce como «memoria celular» y ha atra?do a varios partidarios en varias comunidades de todo el mundo. Sin embargo, muchas autoridades cient?ficas disputan el concepto, argumentando que los fen?menos que se le atribuyen probablemente tengan explicaciones m?s prosaicas.
La idea detr?s de la memoria celular es que las c?lulas pueden almacenar recuerdos sobre experiencias, sensaciones, gustos, h?bitos y otros aspectos centrales de la identidad de alguien. Los promotores de la teor?a creen que estos recuerdos se almacenan a trav?s del intercambio de productos qu?micos entre las c?lulas, tal como se almacenan en el cerebro. Los te?ricos creen que las c?lulas tambi?n pueden almacenar informaci?n relacionada con experiencias traum?ticas.
Esta idea se populariz? como resultado de una serie de historias anecd?ticas sobre trasplantes de ?rganos. Todas estas historias involucraron a receptores que adoptaron nuevos h?bitos despu?s del trasplante, o que afirmaron recordar experiencias que en realidad no hab?an sucedido. Algunas personas sugirieron que estos eventos podr?an explicarse por la memoria celular, como resultado de los ?rganos de los donantes que influyen en sus receptores. Otros sugirieron que podr?an ser el resultado de cambios qu?micos en el cuerpo causados ??por medicamentos de trasplante.
Muchas de estas historias ten?an algunos defectos distintivos que suger?an que podr?a haber otras explicaciones. Las personas que dicen tener gusto por el alcohol despu?s del trasplante, por ejemplo, podr?an responder a las sugerencias psicol?gicas sobre la memoria celular, inventar un pasado para un donante y confiar en el hecho de que muchos ?rganos de donantes provienen de j?venes involucrados en accidentes automovil?sticos relacionados con el alcohol. .
Se han realizado algunas encuestas casuales de receptores de ?rganos para explorar la memoria celular y su papel en el trasplante de ?rganos. Estos estudios generalmente han sugerido que la teor?a no se puede probar, ya que las personas que afirman experimentar la memoria celular a menudo provienen de comunidades donde dichos conceptos son ampliamente aceptados y cre?dos, lo que los hace m?s abiertos a la sugerencia. A menudo, los recuerdos y h?bitos que los receptores afirman que son el resultado de la memoria celular no pueden vincularse con el donante.
Al igual que muchas teor?as que el establecimiento m?dico convencional rechaza en gran medida, la idea de la memoria celular no se ha probado rigurosamente en estudios controlados. Los partidarios de la teor?a a menudo rechazan tales estudios porque argumentan que tienen fallas debido a su conexi?n con «el establecimiento», mientras que muchos esc?pticos no est?n dispuestos a embarcarse en estudios para refutar una teor?a que ya piensan que est? equivocada. Esta actitud miope es lamentable, ya que podr?a ser interesante realizar estudios cient?ficos a gran escala para llegar al fondo de las afirmaciones.