En genética humana, hay cuatro tipos generales de ácido desoxirribonucleico (ADN). Estos son el ADN autosómico, mitocondrial, el cromosoma X y el cromosoma Y. Todos estos tipos están construidos y codificados con un «programa» que predice enormemente la apariencia, personalidad e inteligencia de una persona. Solo el 0.1% de la estructura genética humana se programa de manera diferente, lo que hace que cada persona sea única.
El ADN autosómico constituye los 22 de los 23 pares de cromosomas en un humano. Los autosomas son el material genético que los humanos heredan de sus padres, que heredan el suyo de sus padres, etc. Cada autosoma pasa por un proceso genético que empareja aleatoriamente los autosomas de cada padre, llamado «recombinación», después de lo cual los autosomas recién emparejados se transmiten a los niños. Es por eso que los niños tienden a parecerse a sus padres, o incluso a sus bisabuelos, porque los autosomas están impresos con todos los planos genéticos de cada una de las generaciones anteriores. El ADN autosómico es muy importante para descubrir la ascendencia y la ascendencia de una persona, especialmente para las personas que cuestionan quiénes son sus padres.
El ADN mitocondrial es otro tipo que está contenido dentro de las mitocondrias, que se consideran las «potencias» de la célula. Las mitocondrias son básicamente la parte que le da energía a la célula, y también contiene ADN que reproduce por separado su propia copia. A diferencia de los autosomas que transmiten genes de ambos padres, las mitocondrias siguen una línea materna, aunque una madre también transmite su ADN mitocondrial a sus hijos. Esto hace que las pruebas mitocondriales sean menos precisas si una persona quiere rastrear su árbol genealógico, aunque puede ser más efectivo usar una prueba de maternidad para determinar la madre biológica de una persona.
De los 23 pares de cromosomas que forman un ser humano, solo se asigna un par para determinar el sexo del niño. Este par particular se llama par alosómico, que contiene el ADN cromosómico X e Y. Las mujeres generalmente tienen dos cromosomas X, mientras que los hombres tienen uno de cada uno de los cromosomas X e Y. Durante la fertilización, la madre pasa uno de sus cromosomas X a su descendencia, independientemente de su sexo. El esperma del padre, por otro lado, dona su cromosoma X para crear otra descendencia femenina, mientras pasa su cromosoma Y a una descendencia masculina.
Cada uno de estos cromosomas X e Y contiene información genética ancestral como el ADN autosómico, pero los cromosomas anteriores no son tan precisos. El cromosoma Y en particular puede proporcionar menos información genética que la X, ya que solo se transmite de padres a hijos. En general, lo que es notable sobre todos estos tipos de ADN es que su estructura primaria permanece sin cambios, a pesar de que son producidos por fragmentos aleatorios.