¿Qué es un autoanticuerpo?

Un autoanticuerpo es una proteína inmune que se dirige contra el cuerpo. En condiciones normales, los anticuerpos son producidos por el sistema inmunitario como protección contra algo percibido como extraño para el ser, como un patógeno invasor o una célula aberrante. Estos anticuerpos reconocen y destruyen eficazmente a estos invasores extraños para garantizar la salud. A diferencia de estos anticuerpos que funcionan normalmente, un autoanticuerpo percibe las proteínas o tejidos del cuerpo como extraños o patógenos, y trabaja para dañarlos o destruirlos.

Las enfermedades autoinmunes se refieren a una variedad de afecciones causadas por la presencia de un autoanticuerpo. Algunos de estos trastornos pueden ser muy específicos y dirigidos contra una única glándula u órgano, como la enfermedad de Graves en la que se produce un autoanticuerpo o múltiples autoanticuerpos contra la glándula tiroides. Otras enfermedades autoinmunes pueden estar más extendidas, como el lupus eritematoso, en el que el sistema inmunitario ataca múltiples partes del cuerpo, incluidos los riñones, la sangre y el corazón. La artritis reumatoide es otra enfermedad causada por autoanticuerpos, que produce inflamación de las articulaciones.

Todavía no se sabe por qué algunas personas producen estos autoanticuerpos y desarrollan trastornos autoinmunes. Aunque parece haber un vínculo genético porque algunos de estos trastornos tienden a ocurrir de manera múltiple dentro de las familias, la mayoría de los médicos e investigadores están de acuerdo en que una base genética no explica completamente la incidencia de estos trastornos. En cambio, se cree que existe una predisposición genética subyacente a las enfermedades autoinmunes, pero generalmente hay algún tipo de evento desencadenante en el medio ambiente, como una infección viral o la exposición a toxinas. Además, la mayoría de estas enfermedades son más comunes en las mujeres y es más probable que ocurran durante la maternidad, por lo que probablemente también haya un componente hormonal.

Una característica de muchas enfermedades autoinmunes es que los síntomas tienden a ser cíclicos, y en algunos casos pueden desaparecer durante años solo para reaparecer repentinamente cuando menos se espera. Esto sugiere que el cuerpo puede activar y desactivar la producción de autoanticuerpos, pero no se comprende completamente cómo o por qué lo hace. La comprensión de este proceso puede resultar en tratamientos efectivos para los trastornos que resultan de la producción de autoanticuerpos. Sin embargo, hasta que se comprenda mejor cómo detener la producción de autoanticuerpos del cuerpo, las enfermedades autoinmunes generalmente se pueden tratar mejor con medicamentos que inhiben el sistema inmunitario o con fármacos inmunosupresores.