En 1987, Suzanna Goodin de Hydro, Oklahoma, decidió que necesitaba una forma más fácil de alimentar a sus dos gatos, Cinnamon y Ginger. Disfrutaron de la comida húmeda enlatada para gatos, pero a Suzanna no le gustó el desorden de alimentarlos, especialmente la cuchara sucia y maloliente que debe lavarse después de la alimentación. Suzanna decidió que había que hacer algo y que a sus gatos se les serviría mejor con una cuchara de comida para mascotas. ¿La parte sorprendente? ¡Suzanna solo tenía seis años en ese momento!
Después de darse cuenta de por qué no le gustaba alimentar a sus gatos, Suzanna escuchó a su maestra anunciar el concurso semanal de invención de lectores. El maestro sugirió que cada alumno piense en un problema que necesita solución. El hermano gemelo de Suzanna, Sam, anunció que estaba entrando en el concurso, por lo que Suzanna decidió participar también. Ella tenía su problema; cucharas de comida para gatos desordenadas, y se dispuso a diseñar una solución; una cuchara comestible para alimentos para mascotas, para que los gatos puedan comer la cuchara y eliminar el desorden sobrante.
La cuchara de comida para mascotas comestible fue bastante difícil de diseñar, especialmente para un niño de primer grado. Los gatos tenían que poder masticar la cuchara, pero también tenía que ser lo suficientemente fuerte como para sacar la comida de la lata sin romperla. Necesitaba estar hecho de ingredientes que no fueran dañinos para los gatos y que comieran. La cuchara comestible para alimentos para mascotas tenía que tener el tamaño y la forma correctos para sacar la comida de la lata.
Se obtuvo una receta de galletas para perros, y Suzanna y su abuela formaron la masa de galletas en forma de cuchara. Experimentaron con sabores, agregando carbón para ayudar a refrescar el aliento, levadura de cerveza para vitaminas o ajo en varios lotes. Los gatos preferían las cucharas de ajo, por lo que se eligió el sabor.
Su familia pensó en comercializar negocios y vender la cuchara comestible para alimentos para mascotas, pero optaron por no hacerlo. Cada cuchara comestible para alimentos para mascotas tenía que formarse cuidadosamente a mano y consumía mucho tiempo. Sin embargo, ganó el Gran Premio del concurso semanal de invención de lectores, y ha allanado el camino para que alguien pueda mejorar algún día su diseño de cuchara comestible para alimentos para mascotas.