Las redes de deriva son un tipo de red que a veces se usa en la pesca comercial que tiene pesos en el fondo de la red y flota en la parte superior. Estas redes funcionan atrapando a los peces por sus branquias, y a menudo se les conoce como redes branquiales. Aunque la técnica es efectiva para la captura de grandes cantidades de peces, ha sido criticada por matar indiscriminadamente especies de peces no objetivo, y también mamíferos marinos.
Aunque hay algunas prohibiciones en las redes de deriva, la alta mar no está regulada y, por lo tanto, todavía se usan con frecuencia. Se estima que hasta 20,000 millas (aproximadamente 32,186 km) de redes se colocan cada noche solo en el Océano Pacífico Norte. Aunque estas redes generalmente se recolectan cada día, las líneas están en el agua el tiempo suficiente para matar una variedad de especies marinas. Los mamíferos que se enredan en las redes de deriva a menudo mueren por asfixia porque no pueden llegar a la superficie para respirar aire.
Por lo general, las redes de deriva apuntan a un determinado tamaño de pez, que está determinado por el diámetro de la malla. Los peces más pequeños tienden a nadar a través de las redes y los peces más grandes rebotan y nadan lejos. Las redes también se pueden establecer a diferentes profundidades para apuntar a varias especies. Las redes no pueden atrapar exclusivamente ciertas especies de peces, sino que simplemente atrapan todas las especies de peces que encuentran dentro de un cierto rango de tamaño. Algunos pueden tener valor comercial y otros no. Esta situación puede destruir poblaciones enteras de peces en algunas regiones.
Las redes de deriva pueden tener decenas de millas o kilómetros de largo, pero las preocupaciones sobre el impacto de las redes sobre las poblaciones de mamíferos marinos y las aves marinas hicieron que las Naciones Unidas impusieran restricciones en 1993. Luego, la ONU prohibió todas las redes de más de 1.5 millas (2.5 km) ) Esto ha ayudado a reducir el número de muertes no deseadas hasta en un 66 por ciento, pero no lo ha detenido por completo. Algunos de los mamíferos marinos y aves asesinadas son especies amenazadas o en peligro de extinción.
En algunos casos, especialmente en épocas de alta mar o tormentas, las redes de deriva pueden perderse en el mar. Estas redes, generalmente hechas de monofilamento u otros materiales sintéticos, no se descomponen fácilmente y, por lo tanto, pueden convertirse en un gran problema. Pueden derivar y matar peces hasta que su peso haga que finalmente se hundan. Estas redes perdidas se llaman redes fantasmas.
Aunque los ambientalistas critican el uso de las redes y exigen restricciones aún más, la industria pesquera dice que son vitales para satisfacer la demanda de mariscos. Algunos países y jurisdicciones han ido más allá de las Naciones Unidas. Por ejemplo, la Unión Europea prohibió las redes de deriva para la captura de atún en 1998, aunque la técnica todavía se puede utilizar para otras especies.