Un dramaturgo siempre debe tener en cuenta el aspecto altamente visual de su medio. El diálogo es importante, pero sin una acción interesante en el escenario, una audiencia puede terminar aburrida. Uno de los mejores consejos que deben recordar los dramaturgos principiantes es concentrarse en ser un buen escritor, no un director. Estudiar obras de teatro exitosas en forma de guión es un consejo esencial para que un dramaturgo aprenda a mejorar su oficio. También es crucial poder crear obras del tamaño deseado por un determinado teatro o festival.
Los dramaturgos deben practicar la escritura en diferentes longitudes y formatos, como versiones de uno o tres actos, así como aquellos con o sin un descanso para el intermedio. Las obras de diez minutos son populares en algunos festivales, mientras que un teatro puede requerir producciones de una hora y media. Por lo general, una obra de un acto dura menos de una hora, pero en todos los casos, un dramaturgo debe seguir los horarios establecidos por un lugar en particular.
Los aspirantes a dramaturgos deberían ver obras regularmente y estudiar guiones. Aprender cómo algo escrito en un guión se transfiere al escenario es una habilidad que los nuevos dramaturgos pueden pasar por alto fácilmente, pero puede marcar la diferencia entre tener éxito en la profesión o ser considerado mediocre. Al ver y leer obras de teatro, los dramaturgos deben examinar tanto lo que piensan que funciona como lo que no.
Ser original es crucial para que un dramaturgo sea notado en el buen sentido. Él o ella debería tener algo que decir que sea fresco y distinto de las obras de otros dramaturgos. Cuando se trata de lograr esto, es necesario producir un formato de script aceptable que no dé demasiada dirección. Por ejemplo, el trabajo del director es instruir a los actores sobre las emociones que deberían sentir los personajes y cómo deberían describirse en detalle, pero el escritor puede y debe notar el tono de las líneas dentro de un diálogo o acción como decir: «María : (molesto) «Bueno, entonces vete!» (cierra la puerta).
Mencionar acciones en el guión, como golpear una puerta o que un actor se mueva de una habitación a otra, es clave para que los dramaturgos agreguen en forma de instrucciones escénicas, pero esto no debe ser en detalle. Un dramaturgo siempre debe «mostrar» en lugar de «contar» siempre que sea posible, al mismo tiempo que proporciona un diálogo fuerte que sea realista para cada personaje. El factor de costo en cuanto a los escenarios necesarios debe estar en la mente del dramaturgo mientras escribe, pero la idea de un espectáculo visual de acción convincente sigue siendo lo que debe conducir a un dramaturgo exitoso.