El margen de equilibrio es un cálculo que se centra en identificar el factor de margen necesario para lograr un punto de equilibrio entre la producción y la generación de ingresos. Una relación de este tipo se calcula determinando los gastos totales asociados con la operación y dividiendo esa cifra por los ingresos netos que se aplican al mismo período. La cifra resultante se multiplica por 100 para determinar el porcentaje de margen de equilibrio.
Tomarse el tiempo para determinar el margen de equilibrio es útil en varias tareas esenciales diferentes. Al tener una comprensión sólida de la cantidad de ingresos que se requieren para compensar los gastos, a los propietarios de negocios les resulta más fácil establecer los precios de los bienes y servicios vendidos. Utilizando el porcentaje como base para la fijación de precios, es posible equilibrar la necesidad de ofrecer a los consumidores tarifas que sean competitivas con productos similares vendidos por otras compañías, pero que aún obtengan un rendimiento suficiente para cubrir los costos y obtener un pequeño beneficio también.
Otro beneficio para determinar el margen de equilibrio es que el proceso requiere identificar todos los gastos relacionados. En el caso de que la relación no sea favorable, esto puede ser una señal de que se está produciendo una cantidad significativa de residuos durante el proceso de producción. Desde esta perspectiva, un margen de equilibrio deficiente puede proporcionar la motivación para observar más de cerca cómo funciona la operación, identificando áreas donde la mejora aumentará la eficiencia y reducirá el desperdicio, permitiendo a la empresa producir cada unidad a un costo menor y aumentar El beneficio neto obtenido de la venta de esas unidades.
Dado que la preparación para calcular el margen de equilibrio requiere la identificación de todos los gastos, tanto fijos como variables, los resultados también pueden ayudar a proporcionar una idea de qué estrategias de impacto, como celebrar acuerdos de compra por volumen con diferentes proveedores, está teniendo un resultado final. La presunción es que esos contratos están dando como resultado ahorros en materias primas y otros bienes consumidos como parte del proceso de producción, lo que permite que el negocio disfrute de más ganancias de cada unidad vendida. Cuando este es el caso, el margen de equilibrio para cada período contable será más favorable, debido al impacto incremental de esos costos de producción más bajos.
La frecuencia de cálculo del margen de equilibrio varía de un entorno empresarial a otro. Algunas compañías pueden determinar el margen actual sobre una base anual o semestral, mientras que otras pueden calcular el margen mensual o incluso semanalmente. La determinación de la frecuencia a menudo depende de la rapidez con que ocurren los cambios dentro de la operación, incluidas las nuevas políticas y procedimientos que podrían reducir el desperdicio o disminuir el costo de producción, asegurando que esos cambios estén ahorrando dinero sin crear una caída en la calidad que en última instancia podría significar una pérdida de clientes.
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