La filosofía de gestión proactiva adopta el enfoque de que los gerentes deben actuar primero para corregir problemas o establecer prácticas comerciales sostenibles. Esta filosofía puede ser algo difícil, ya que requiere más tiempo y comunicación para lograr metas y objetivos. El propósito de la gestión proactiva es desarrollar una estructura organizativa que no evite cambios o alteraciones en las operaciones comerciales actuales. Los gerentes deben tratar de controlar cada situación, en lugar de ser controlados por situaciones. Esperar instrucciones o instrucciones de un superior no es parte de esta filosofía de gestión.
Las grandes organizaciones a menudo incluyen una variedad de diferentes estilos de gestión y filosofías. Esto ocurre porque la empresa requiere que varias personas completen tareas y actividades. Muchas organizaciones no controlan ni brindan instrucciones sobre cómo completar las tareas; simplemente brindan una oportunidad para que las personas empleen sus propias tácticas para lograr sus objetivos. Un mantra de gestión común es «solo puedes esperar lo que inspeccionas». Esta declaración proporciona un resumen claro de la gestión proactiva. En lugar de sentarse y esperar a que les llegue información, los gerentes proactivos buscarán activamente la información para que logren las metas en un gerente oportuno y eficiente.
A través de una gestión proactiva, las personas recopilan la información necesaria para tomar decisiones de manera oportuna. Este proceso también implicará la coordinación activa de los recursos de la empresa. Por ejemplo, cuando el gerente proactivo determina que un departamento o división no cumple con los objetivos predeterminados, el gerente asignará más recursos en tiempo real para cumplir con la producción requerida. Debido a que esto ocurre antes de que el departamento termine la producción, el gerente proactivo evita problemas de escasez o producción inadecuada. El gerente también puede buscar información sobre por qué el departamento no pudo cumplir con los objetivos establecidos y hacer cambios antes de comenzar la próxima producción de bienes.
Los principios esenciales de la gestión proactiva incluyen el trabajo en equipo, el establecimiento de objetivos y la comunicación, tanto hacia arriba como hacia abajo. A través del trabajo en equipo, un gerente proactivo puede reunir un grupo de personas que tienen una mentalidad similar a la suya, creando una filosofía de gestión proactiva en múltiples niveles de la empresa. Establecer objetivos es necesario porque el gerente proactivo debe tener algo por lo que luchar en su posición. Trabajar sin rumbo puede resultar en una filosofía reaccionaria, donde los gerentes no son conscientes de las situaciones hasta después de que ocurran. La comunicación ascendente permite a los gerentes escuchar información de los empleados que realizan tareas y actividades diarias. Esto ayuda al gerente a tomar decisiones bien informadas. La comunicación descendente viaja del gerente a los empleados, proporcionando a los empleados las direcciones necesarias.
Inteligente de activos.