¿Cuál es la conexión entre la vitamina K y el calcio?

La vitamina K y el calcio tienen una conexión muy fuerte e importante para mantener la salud del cuerpo. La vitamina K regula el calcio de dos maneras importantes. Con respecto a los huesos sanos, la vitamina K ayuda a unir el calcio a la materia ósea y también previene el deterioro del tejido óseo. Trabajando en conjunto con proteínas especiales en el torrente sanguíneo, la vitamina K promueve la elasticidad de los vasos sanguíneos. Esto inhibe la acumulación de calcio que causa el endurecimiento de las arterias, lo que puede provocar enfermedades cardíacas.

Esta vitamina se produce naturalmente en dos formas, K1 y K2. La vitamina K1 proviene de vegetales de hoja verde como la espinaca y el brócoli, y el K2 es producido por bacterias en los intestinos humanos y en algunos animales. Considerada más poderosa que K1, la vitamina K2 es la forma de vitamina K que previene la acumulación de calcio en las arterias y la oxidación de los radicales libres en el torrente sanguíneo, lo que puede provocar cáncer.

La interacción entre la vitamina K y el calcio es básicamente química. La vitamina actúa como una especie de interruptor de potencia química que activa los Gla-protiens a través de un proceso llamado carboxilación. Estas proteínas realizan el mantenimiento de la salud en muchas áreas del cuerpo, incluida la de regular los niveles de calcio. Una de las proteínas Gla activadas por la vitamina K es la osteocalcina, que arrastra el calcio junto con él a los sitios donde se forma la estructura ósea.

La vitamina K2 ayuda tanto a crear huesos como a prevenir su destrucción. Funciona con vitamina D para aumentar los niveles de proteínas Gla dentro del cuerpo, incluidas las de los osteoblastos, que son las células que forman los huesos. Al mismo tiempo, K2 restringe la formación de ostioclastos, las células que descomponen la materia ósea.

La relación de la vitamina K y el calcio también es importante para un corazón sano. Si el cuerpo no obtiene suficiente vitamina K, la osteocalcina no se activa y solo se desplaza en el torrente sanguíneo. En este estado inactivo, la osteocalcina no transporta calcio, que luego se deposita como sedimento en las arterias. Las arterias se calcifican, lo que significa que pierden su elasticidad y comienzan a endurecerse. La calcificación en el área del corazón aumenta en gran medida el riesgo de enfermedad cardíaca.

La calcificación se puede minimizar mediante otro vínculo entre la vitamina K y el calcio. Otra de las proteínas Gla puestas en acción por K2 es la proteína Gla matriz (MGP). La MGP se produce en el área muscular del corazón. Una vez que se activa con niveles suficientes de vitamina K2, bloquea las proteínas que causan la acumulación de calcio en los vasos sanguíneos del corazón.