En el mundo de los negocios y las finanzas, la solvencia es un término que se utiliza para referirse al nivel actual de estabilidad financiera asociado con una empresa o individuo. El término también puede aplicarse al estado de un área particular de finanzas, como seguros, flujo de caja o propiedad. Ser solvente es estar en una posición en la que es posible cumplir con todas las obligaciones financieras actuales de acuerdo con los términos y condiciones relacionados con cada deuda, sin dejar de tener activos restantes para otros fines.
La solvencia financiera es muy importante, ya sea operando un hogar o un negocio. Los individuos y las familias buscan construir reservas de activos que brinden estabilidad al hogar, incluso si la fuente principal de ingresos se interrumpe por un tiempo o desaparece por completo. Un hogar solvente podrá operar sin obligaciones vencidas y aún tendrá algunos recursos después de que esas obligaciones se liquiden durante el mes.
Del mismo modo, las empresas buscan estar en una posición en la que siempre haya activos disponibles para manejar la deuda de la empresa de manera eficiente y oportuna. Para una empresa, el principio de solvencia de liquidez es particularmente importante. Esto simplemente significa que el negocio tiene efectivo en mano para cumplir con las obligaciones actuales, o al menos tiene activos que pueden convertirse rápidamente en efectivo sin afectar la capacidad del negocio para continuar funcionando. En el caso de que una empresa se declare insolvente y no pueda renegociar la deuda existente en términos que puedan administrarse, existe una buena posibilidad de que la empresa se venda o simplemente se disuelva. Los activos restantes se venden y los ingresos se dividen entre varios acreedores para liquidar al menos una parte de la deuda pendiente.
Las empresas suelen prestar mucha atención a lo que se conoce como el coeficiente de solvencia o margen. Esta es simplemente la relación entre la deuda y los activos que incluyen efectivo o tenencias que se pueden convertir en efectivo rápidamente. Un buen margen o índice de solvencia es aquel en el que la empresa tiene suficiente efectivo disponible para cubrir la deuda actual sin restringir ninguna otra función comercial necesaria. Existen diferentes fórmulas para calcular los coeficientes y los márgenes de solvencia, muchos de los cuales involucran factores relevantes para la industria particular con la que está asociada la empresa.
La contabilidad financiera oportuna y precisa es una de las herramientas más importantes para evaluar los márgenes o índices de solvencia. Al mantener actualizados todos los registros financieros, es mucho más fácil identificar las tendencias que pueden indicar que un hogar o empresa se está acercando a la insolvencia, y tomar las medidas adecuadas para restaurar el nivel anterior de estabilidad financiera.
Inteligente de activos.