¿Qué es EURODAC?

A partir de 2000, todos los países de la Unión Europea se vieron obligados a participar en un sistema de identificación de huellas dactilares automatizado conocido como «EURODAC» para rastrear e identificar a los solicitantes de asilo y aquellos que han cruzado las fronteras ilegalmente. El término EURODAC deriva de la frase «dactiloscopia europea», que básicamente significa toma de huellas dactilares. El sistema requiere que todos los estados miembros de la Unión Europea tomen las huellas dactilares de ciertas clases de personas en los cruces fronterizos. Estas huellas dactilares deben enviarse, junto con cierta información de identificación, a una base de datos europea centralizada. Esa base de datos es mantenida por el Supervisor Europeo de Protección de Datos, que establece reglas sobre la duración del almacenamiento y la seguridad de los datos.

Uno de los principales objetivos del sistema EURODAC es la simplificación de los datos de inmigración entre países y la promoción de búsquedas rápidas y eficientes relacionadas con la inmigración. La Unión Europea es un organismo grande con muchos países miembros. Hacer que los datos recopilados en uno de esos países estén fácilmente disponibles para los agentes gubernamentales en otro puede ser un desafío. Al menos para la inmigración, ese desafío puede reducirse mediante el sistema EURODAC. 

EURODAC requiere que cada estado miembro tome las huellas dactilares de cualquier persona mayor de 14 años que busque asilo dentro de las fronteras de su país. También se deben tomar las huellas dactilares de las personas mayores de 14 años que hayan cruzado la frontera ilegalmente o que se encuentren viviendo ilegalmente dentro del país. Las huellas dactilares deben enviarse digitalmente a la “unidad central” de la UE, ubicada dentro de la oficina del Supervisor Europeo de Protección de Datos (SEPD). Junto con los escaneos digitales de huellas dactilares, los registros también incluyen el país de la UE donde se tomó la huella dactilar, el sexo de la persona, el lugar y la fecha de la solicitud de asilo o el cargo de inmigración ilegal, las fechas de recolección y transmisión, y un número de referencia.

Todos los estados miembros de la Unión Europea deben cumplir con los mandatos de transmisión y almacenamiento de huellas dactilares. Sin embargo, otros países europeos pueden optar por participar voluntariamente. Esto crea una base de datos centralizada que se puede utilizar en todo el continente europeo.

El SEPD mantiene todos los registros en la unidad central durante un máximo de diez años y permite que cualquier agente de inmigración de la UE pueda buscarlos. Cuando una huella dactilar ingresa a la unidad central que coincide con una huella dactilar que ya está allí, se envía instantáneamente una alerta a los funcionarios de inmigración. La idea es identificar rápidamente a las personas que han solicitado asilo anteriormente en otros países de la UE o que han sido descubiertas anteriormente cruzando ilegalmente otras fronteras de la UE. De esta forma, la toma de huellas dactilares se ha convertido en una de las principales técnicas forenses de la UE para agilizar la inmigración. Los registros se destruyen dos años después de que una persona obtiene la ciudadanía de la UE o obtiene un permiso de residencia; de lo contrario, se destruyen después de 10 años.

El sistema EURODAC ha sido objeto de cierta controversia, especialmente entre los defensores de la privacidad. Los defensores de la privacidad argumentan que el almacenamiento y la marcación de huellas dactilares de inmigrantes viola la privacidad personal de esos inmigrantes y puede conducir a un trato injusto e innecesariamente duro en los cruces fronterizos. Por su parte, el SEPD ha prometido el máximo cuidado en la recopilación y protección de toda la información. El SEPD también ha establecido un sistema mediante el cual las personas pueden solicitar ver la información que se tiene sobre ellas. El SEPD es responsable ante el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea.