¿Qué son las conservas de tomate?

Las conservas de tomate son tomates cortados en cubitos que se han cocinado con azúcar, pectina y un ácido como el jugo de lima. Los tomates se colocan tradicionalmente en frascos estériles para que se puedan almacenar hasta por un año. Otro nombre para las conservas de tomate es mermelada de tomate. El producto resultante es un lote de tomates con forma de gelatina con un sabor dulce y salado al mismo tiempo. La calidad, variedad y preparación de los tomates pueden marcar una gran diferencia en las conservas terminadas.

Al hacer conservas de tomate, uno de los aspectos más importantes es el tipo de tomate que se utiliza. Los tomates recién cosechados de cualquier variedad son los mejores, pero los tomates Roma comprados en la tienda también son buenos, debido a su bajo contenido de agua. El uso de tomates de colores o tomates reliquia puede ayudar a crear una apariencia interesante y un sabor más ácido. Los tomates cherry o uva pueden ayudar a hacer una mermelada un poco más dulce.

La mayoría de las recetas de conservas de tomate requieren que se pelen los tomates. Algunas recetas, especialmente aquellas que apuntan a una mermelada más sabrosa, prefieren que la cáscara se deje intacta. Sin embargo, los tomates necesitan que se les quite la mayor parte de la humedad al extraerles el corazón y sembrarlos. Para los tomates grandes, producidos comercialmente, este proceso debe dejar solo un montón de carne de tomate.

Para que las conservas de tomate crezcan firmes y establecidas correctamente, es importante encontrar el equilibrio correcto de pectina, ácido y azúcar. El ácido para las conservas podría ser jugo de lima, jugo de limón o vinagre. La pectina es un agente espesante que se extrae de frutas como las manzanas. Los tres elementos se combinan cuando se hierven para formar un tipo de gelatina. Si las proporciones no son correctas, las conservas de tomate no se establecerán cuando se enfríen.

Si las conservas de tomate se van a enlatar para su almacenamiento, entonces es necesario esterilizar todo el equipo de enlatado. Esto generalmente significa sumergir los frascos, las tapas y cualquier otra cosa que se utilizará en el proceso de enlatado en agua hirviendo durante al menos 15 minutos. Esto ayudará a evitar que las bacterias entren en los frascos y arruinen las conservas antes de que puedan ser consumidas.

La receta básica para las conservas de tomate se puede modificar para hacer mermeladas que tienen diferentes usos. Usar vinagre y hojuelas de pimiento picante puede hacer una especie de salsa de tomate dulce y salada. Agregar jengibre, canela y clavo de olor puede darle a las conservas un sabor único que combina bien con el queso. La canela, el anís estrellado y el cilantro crean otra combinación que puede resaltar el sabor distintivo de los tomates en las conservas.