Al elegir entre agua destilada y agua de manantial, se pueden tener en cuenta las preferencias personales y el asesoramiento de un profesional de la salud. Ambos tipos de agua son producidos bajo estrictas regulaciones por muchas agencias gubernamentales regionales y nacionales diferentes. Son seguros para ser consumidos regularmente, y no representan grandes amenazas para la salud. Cada tipo de agua presenta un sabor único y un conjunto distinto de beneficios potenciales para la salud en función de la forma en que se fabrican y embotellan.
La principal diferencia entre el agua destilada y el agua de manantial es la forma en que se producen. El agua destilada generalmente se fabrica a través de tecnologías artificiales en las que el agua se calienta hasta que se convierte en vapor. Una vez que la temperatura del agua comienza a bajar, se recoge nuevamente después de que se haya condensado. El producto terminado no contiene minerales ni elementos nocivos. El agua de manantial se recolecta de fuentes subterráneas naturales en las que el agua ha sido filtrada por rocas en la tierra para eliminar impurezas, y contiene muchos tipos diferentes de minerales traza.
Existe una gran cantidad de debate entre investigadores, científicos y médicos sobre qué tipo de agua deben beber los consumidores. Algunos científicos creen que el agua destilada, que no contiene ningún contenido mineral adicional, es capaz de extraer nutrientes y minerales beneficiosos del cuerpo humano, como el magnesio y el calcio. Otros investigadores creen que existe evidencia que respalda la teoría de que el agua de manantial es más peligrosa para los consumidores, ya que cree que aumenta esos minerales presentes en el cuerpo a niveles dañinos y potencialmente tóxicos. Sin embargo, la producción de agua destilada y agua de manantial está regulada por la mayoría de las agencias gubernamentales nacionales de todo el mundo, lo que hace que la población en general sea segura para beber.
La elección final entre agua destilada y agua de manantial recae en el consumidor, y algunas personas pueden decidir basar su preferencia en el sabor. El agua de manantial generalmente tiene un sabor más agradable al paladar que el agua destilada, que a menudo se describe como un sabor plano y rancio. Otros pueden ser dirigidos por un profesional de la salud para consumir solo agua destilada por razones relacionadas con los medicamentos que están tomando o las condiciones médicas que puedan tener. Aquellos que estén preocupados por los posibles efectos secundarios nocivos de beber un tipo de agua sobre el otro deben consultar con sus médicos para determinar la mejor solución para sus estilos de vida.