La mejor manera de lidiar con la ansiedad en los niños depende de si el niño muestra o no miedos infantiles normales o una condición más grave, como un trastorno de ansiedad. Por lo general, un adulto puede manejar los miedos infantiles con paciencia y comprensión. También puede ser beneficioso hablar con el niño sobre su ansiedad y utilizar herramientas apropiadas para su edad, como libros o juegos de roles. Un niño con un trastorno de ansiedad podría ser candidato a recibir medicación o terapia para la ansiedad por parte de un profesional de la salud. Si un padre no está seguro de cómo lidiar con la ansiedad y los miedos de un niño, consultar a un pediatra es un lugar para comenzar.
El primer paso para manejar la ansiedad en los niños es determinar si el niño está experimentando miedos infantiles normales o algo más serio. Algunas formas comunes de ansiedad en los niños son el miedo a la oscuridad, la preocupación por ir a la escuela, el miedo a los extraños o la separación de los padres. Sin embargo, es probable que un niño o niña con ansiedad extrema y recurrente sufra un trastorno de ansiedad, especialmente si los síntomas incluyen indicaciones menos comunes como ataques de pánico, obsesiones o compulsiones, es decir, impulsos incontrolables de realizar acciones repetitivas o irracionales.
Un padre puede optar por manejar los miedos normales de la niñez manteniendo la calma y animando al niño a verbalizar sus sentimientos. Incluso si el miedo es irracional, es real para el niño, y el cuidador del niño debe afrontar estos miedos con comprensión y paciencia. Un niño pequeño podría beneficiarse de un libro de cuentos en el que el personaje principal esté luchando contra desafíos similares. Otra táctica ampliamente utilizada para manejar la ansiedad en los niños es el juego de roles, donde un padre puede enseñarle al niño cómo reaccionar en una situación aterradora y pueden practicar habilidades recién descubiertas entre ellos. Hablar juntos sobre los miedos, enseñarle al niño a manejar sus sentimientos de ansiedad y modelar la confianza sin dejar de brindar apoyo, son formas comunes de lidiar con la ansiedad en los niños.
Aunque popularmente se asume que los trastornos como el trastorno obsesivo-compulsivo, la ansiedad social y el trastorno de pánico son afecciones de adultos, los niños también pueden verse afectados por sus síntomas. Si existe la sospecha de que el niño podría estar sufriendo de ansiedad severa o un trastorno de ansiedad, el cuidador debe contactar a un médico o profesional de la salud mental con experiencia en el tratamiento de la ansiedad en niños. Los niños con ansiedad severa también pueden beneficiarse de hablar con un consejero. Las compulsiones, los ataques de pánico y las obsesiones se tratan con frecuencia con medicamentos para la ansiedad. Los cuidadores y los proveedores de atención médica pueden trabajar juntos, discutir los beneficios y riesgos y determinar el curso de terapia apropiado para cada niño en particular.