¿Qué es un anticolinérgico?

Los anticolinérgicos son medicamentos que se administran para disminuir la estimulación del tejido muscular liso por parte del sistema nervioso. Un anticolinérgico actúa inhibiendo la acción de la acetilcolina, el neurotransmisor responsable de señalizar la actividad nerviosa. Las formas del fármaco han demostrado ser eficaces en el tratamiento de una amplia variedad de afecciones, incluidos los problemas gastrointestinales y el asma. Los médicos tienen cuidado al recetar estos medicamentos para minimizar el riesgo de reacciones adversas a los medicamentos y efectos secundarios negativos, como sequedad de boca, dolores de cabeza o náuseas, o más graves, problemas respiratorios o confusión mental.

Las contracciones involuntarias del músculo liso en los pulmones, el tracto gastrointestinal, el tracto urinario y otras partes del cuerpo están controladas por el sistema nervioso parasimpático (PSNS). La acetilcolina producida por el cerebro normalmente regula la actividad del PSNS, pero puede ocurrir una sobreestimulación si hay demasiado neurotransmisor o si no se absorbe correctamente. Cuando se administra un anticolinérgico, viaja a los nervios en el PSNS y bloquea los sitios receptores de acetilcolina, atenuando así la respuesta de contracción.

A un paciente se le puede recetar este medicamento por varias razones, pero el medicamento se administra con mayor frecuencia para aliviar problemas gastrointestinales y urinarios. Las personas que sufren de calambres estomacales frecuentes, úlceras pépticas, síndrome del intestino irritable y colitis ulcerosa generalmente pueden aliviar los síntomas tomando anticolinérgicos. El medicamento también puede ayudar a aliviar los trastornos pulmonares al relajar el tejido muscular y evitar que las vías respiratorias se estrechen. Además, se puede administrar un anticolinérgico antes o durante un procedimiento quirúrgico para desensibilizar el PSNS.

Ciertos efectos secundarios son comunes con el uso de anticolinérgicos, aunque generalmente son leves y temporales. Dado que el músculo liso está involucrado con la producción de moco y líquido, un paciente que toma este medicamento puede experimentar sequedad de boca, estreñimiento y dificultad para tragar. Algunas personas tienen dolores de cabeza, náuseas, dolor en las articulaciones y opresión en el pecho. Con menos frecuencia, la droga puede causar confusión mental y problemas respiratorios graves. Las reacciones alérgicas son raras y generalmente causan constricción de las vías respiratorias, urticaria y frecuencia cardíaca rápida.

Un médico puede limitar la posibilidad de experimentar efectos secundarios al revisar minuciosamente el historial médico de un paciente y el uso actual de medicamentos. Las cantidades de dosis dependen de muchos factores, incluida la edad de una persona y su condición médica específica. La mayoría se toman en dosis orales una o dos veces al día, aunque también se encuentran disponibles polvos de disolución, supositorios y soluciones intravenosas.

Es muy importante seguir exactamente las instrucciones de un médico al tomar un anticolinérgico o cualquier otro tipo de medicamento recetado. Una sobredosis podría causar graves complicaciones de salud, como paro cardíaco, insuficiencia pulmonar y daño cerebral. Cualquier efecto secundario menor inusual debe informarse al médico que prescribe, mientras que las reacciones alérgicas y las dificultades respiratorias generalmente requieren un viaje a la sala de emergencias. La mayoría de las personas que reciben estos medicamentos experimentan un alivio significativo de sus síntomas sin consecuencias negativas.