La pancreatitis necrotizante es una afección que a veces se desarrolla como una complicación de la pancreatitis aguda. El páncreas es una glándula del sistema digestivo. El alcoholismo o los cálculos biliares pueden conducir al desarrollo de pancreatitis aguda, en la que el páncreas se inflama repentinamente. En algunos casos, la inflamación del páncreas es grave y esto puede provocar la muerte de áreas de tejido dentro y alrededor del páncreas, lo que se conoce como pancreatitis necrotizante. Las áreas de tejido necrótico o muerto pueden infectarse y esto puede estar asociado con la falla de varios órganos del cuerpo, con consecuencias fatales.
Dentro del sistema digestivo, la función del páncreas es producir hormonas y jugos digestivos, así como la hormona insulina. El consumo excesivo de alcohol o cálculos biliares puede provocar inflamación, aunque no se comprende completamente el mecanismo por el cual los cálculos biliares causan pancreatitis. En el caso del alcoholismo, es posible que las personas ya tengan pancreatitis crónica o prolongada, que puede estallar repentinamente y empeorar en un ataque agudo. Las enzimas digestivas en las células pancreáticas comienzan a digerir el páncreas y la inflamación puede extenderse a otros órganos, provocando la muerte en los casos más graves. En alrededor de un tercio de las personas que sobreviven a un ataque severo de pancreatitis, se puede desarrollar pancreatitis necrotizante, con necrosis o muerte de áreas del páncreas y tejidos circundantes, a menudo seguida de infección.
Cuando un ataque de pancreatitis no responde al tratamiento, se puede sospechar una pancreatitis necrosante. Los síntomas de la pancreatitis necrosante pueden incluir dolor y sensibilidad abdominal y fiebre. El páncreas puede estar agrandado y es posible sentirlo en la parte superior del abdomen. Una tomografía computarizada, o CT, puede revelar áreas llenas de líquido dentro de la glándula. Se pueden tomar muestras del páncreas con una aguja fina unida a una jeringa para determinar si hay necrosis y bacterias.
Los tratamientos de la pancreatitis necrotizante varían dependiendo de si el tejido necrótico se ha infectado. Cuando no hay infección, los pacientes son monitoreados de cerca y se pueden administrar antibióticos como medida preventiva. Si las áreas necróticas del páncreas ya se han infectado, es necesaria una cirugía.
El tratamiento quirúrgico implica un procedimiento conocido como necrosectomía, en el que se corta el tejido muerto, se drena el líquido y se lava el área enferma. La pancreatitis necrotizante es una afección grave, e incluso con el tratamiento adecuado, se espera que sobrevivan solo alrededor de dos tercios de los pacientes. El pronóstico es mejor en los casos en que no se ha producido la infección.