¿Qué es una malformación venosa?

Una malformación venosa es una lesión que es el resultado de venas dilatadas que se forman de manera anormal. Estas lesiones se ven típicamente en la piel, pero también pueden estar presentes en músculos, huesos u órganos. Pueden ocurrir en el cerebro, aunque según el Boston Children’s Hospital, la ocurrencia estimada de este tipo de malformación venosa es solo alrededor del 0.5%.

Las malformaciones venosas suelen ser de color azul oscuro y blandas, aunque pueden endurecerse si se forma un coágulo. Pueden variar en tamaño, desde puntos del tamaño de la cabeza de un alfiler hasta lesiones grandes de muchas pulgadas de diámetro. Una malformación puede aparecer como una sola lesión o puede ser una de muchas.

En una malformación venosa, las paredes de la vena carecen de las células del músculo liso que caracterizan a una vena normal. Aunque se desconoce la causa exacta, los estudios de ADN en familias con múltiples malformaciones venosas han mostrado mutaciones en los genes responsables de la comunicación entre el revestimiento celular y las células del músculo liso en las paredes de la vena. No hay evidencia que apoye la idea de que cualquier alimento o medicamento durante el embarazo pueda causar una malformación venosa.

Existen varias enfermedades y afecciones que involucran malformaciones venosas. Las malformaciones glomovenosas contienen células nerviosas y hacen que las malformaciones se endurezcan y se pongan tensas. Estos tipos de malformaciones pueden heredarse y, a menudo, ocurren en varios lugares. El síndrome del nevo con ampolla de goma azul implica numerosas lesiones gomosas que pueden aparecer tanto externa como internamente.

Las lesiones en el estómago o el tracto gastrointestinal pueden causar dolor abdominal intenso y sangrado y, por lo general, deben extirparse quirúrgicamente para prevenir este tipo de complicaciones. El síndrome de Maffucci se caracteriza por malformaciones venosas y crecimientos óseos llamados encondromas. Estos pueden provocar deformidades graves que pueden empeorar con la edad, y las lesiones y los encondromas pueden volverse malignos, por lo que es posible que se necesiten radiografías y biopsias continuas.

Las malformaciones venosas son en gran parte un problema cosmético, pero también pueden causar otras complicaciones. Pueden expandirse y crecer debido a la edad, las lesiones, la pubertad o el embarazo, y pueden desarrollar coágulos de sangre que pueden impedir el suministro de sangre a las áreas que rodean la malformación. Muchos también son extremadamente dolorosos y sensibles, lo que hace necesario el tratamiento. Una malformación venosa en el estómago o el cerebro puede romperse y causar sangrado repentino, creando una emergencia médica.

Las malformaciones venosas muy pequeñas pueden tratarse y eliminarse con láser, pero la mayoría requiere otros tratamientos. Las dos opciones principales de tratamiento son la extirpación quirúrgica y la escleroterapia. La escleroterapia implica una inyección en la malformación venosa para encoger la vena anormal y reducir el tamaño y la apariencia de la malformación. Es posible que sea necesario repetir estas inyecciones varias veces, y la extracción quirúrgica aún puede ser necesaria si falla el tratamiento de escleroterapia.