La teoría de integración de características es una teoría de la psicología que describe cómo una persona reúne características separadas de un objeto para crear una percepción más completa de dicho objeto. Esta teoría se centra especialmente en el sentido de la vista y en cómo los ojos absorben información para «experimentar» de alguna manera el objeto que uno está viendo. Aparte de la percepción, la teoría de la integración de características también analiza la importancia de la atención para tener una visión correcta del objeto observado.
El desarrollo de la teoría de integración de características se atribuye en gran medida a Garry Gelade y Anne Treisman, quienes coescribieron un artículo académico titulado “Una teoría de la atención de integración de características” en la década de 1980. En el artículo, Treisman y Gelade citaron varios experimentos pasados que giran en torno a la «búsqueda visual» o el proceso en el que el individuo, por ejemplo, distingue el color y la forma del objeto de otros objetos. Algunos experimentos, por otro lado, se ocuparon de la «segregación de texturas» para distinguir el objeto de su fondo, mientras que otros experimentos exploraron la capacidad de la persona para localizar espacialmente el objeto. De esta manera, la teoría de la integración de características sugiere que los atributos de un determinado objeto se procesan en secuencia, especialmente en situaciones en las que la persona necesita notar varias características para distinguir correctamente el objeto. Por ejemplo, si una persona busca entre la multitud a un amigo que tenga el pelo hasta los hombros, el primer paso es buscar personas que tengan el pelo hasta los hombros y avanzar hacia las características distintivas del amigo que lo distinguirán.
En general, la teoría de la integración de características describe dos etapas principales de atención: las etapas de atención pre-atenta y la atención enfocada. En la primera etapa de la atención previa, la persona se enfoca instintiva y automáticamente en una característica distintiva de un objeto, como su color y orientación. La persona realmente no necesita hacer un esfuerzo consciente para pensar en esta etapa. Por ejemplo, una persona puede detectar fácilmente una línea inclinada entre líneas horizontales en una hoja de papel. En la etapa de atención focalizada, la persona toma todas las características del objeto y las combina todas para dar una percepción correcta del objeto. Esto se hace especialmente en situaciones en las que el objeto no se destaca instantáneamente entre otros objetos, como un círculo rojo entre otros círculos y cuadrados de colores rojo y azul al azar.
Los entrenamientos y prácticas que aplican la teoría de integración de características pueden ayudar a una persona a mejorar sus habilidades en el razonamiento abstracto y la atención. También pueden ayudarlo a ser más consciente y cuidadoso de su entorno. Los maestros también pueden aplicar la teoría para ayudar a los estudiantes a recordar sus lecciones usando una tiza o un marcador de pizarra de diferentes colores para las palabras clave importantes.