Los calambres son espasmos que ocurren en los sistemas musculares. Hay muchas situaciones diferentes que pueden provocar estas sensaciones dolorosas en todo el cuerpo, desde el esfuerzo excesivo hasta la deshidratación. En general, la afección se puede tratar fácilmente en casa, pero las personas que experimentan calambres musculares crónicos o constantes pueden considerar consultar a un profesional de la salud para obtener asesoramiento y ayuda.
Un calambre generalmente ocurre cuando un músculo no puede relajarse por completo, lo que causa un espasmo que se siente como un dolor agudo en toda el área. El nivel de dolor puede ser bastante leve, a menudo descrito como una punzada, o extremadamente doloroso y duradero. La duración del dolor puede variar según la gravedad de la afección; puede durar solo unos segundos o extenderse durante varios minutos, y puede reaparecer fácilmente si no se trata adecuadamente.
Una causa común de calambres es el esfuerzo excesivo. Los movimientos repetitivos, como levantar pesas o carreras largas, pueden causar dolor si los músculos no se estiran completamente después. Los calambres por sobreesfuerzo pueden ocurrir durante una actividad o incluso varias horas después, cuando los músculos intentan relajarse por completo de una actividad extenuante. Algunas personas experimentan más dolor cuando se hace ejercicio en un ambiente caluroso, generalmente debido a la deshidratación y al aumento de la fatiga muscular.
Los calambres menstruales afectan a las mujeres justo antes o durante la menstruación y generalmente se manifiestan como un dolor sordo en todo el abdomen o un dolor agudo en el área pélvica. Este tipo es causado por cambios hormonales que ocurren al comienzo de la menstruación, así como por contracciones del útero que expulsan los fluidos menstruales. Algunas mujeres experimentan poco o ningún dolor, mientras que otras sufren un dolor intenso que puede dejarlas temporalmente debilitadas. Ciertos métodos anticonceptivos, como un dispositivo intrauterino (DIU) pueden aumentar la gravedad de los cólicos menstruales.
Muchos casos de calambres se deben a la falta de electrolitos adecuados en el cuerpo. Si el cuerpo se deshidrata, las células de los sistemas musculares no reciben cantidades adecuadas de electrolitos, como sodio y magnesio. La falta de estas sales vitales en el cuerpo puede hacer que el músculo falle y tenga espasmos, lo que resulta en dolor en todo el cuerpo. Por esta razón, muchos expertos en salud recomiendan aumentar la ingesta de agua para ayudar a prevenir esto.
Algunas personas experimentan calambres durante períodos de inactividad, como mientras duermen. Estos dolores nocturnos a menudo afectan los pies, los tobillos y las pantorrillas y pueden contribuir al insomnio y al insomnio. Una rutina de ejercicio regular, mucha agua y estiramientos diarios pueden ayudar a reducir el riesgo de calambres nocturnos.