El daño del nervio óptico es una lesión del nervio óptico que conduce a la pérdida permanente de la visión. Dependiendo de la extensión del daño, las personas pueden experimentar pérdida de visión parcial o total en el ojo afectado. Por lo general, este daño no es reversible, por lo que es importante ser proactivo en la salud ocular para prevenir lesiones en el nervio óptico, si es posible. Algunas personas nacen con daño en el nervio óptico, como resultado de problemas de desarrollo, y pueden tener una visión limitada o inexistente desde el nacimiento.
El nervio óptico transmite información desde la retina al cerebro y es parte del sistema nervioso central. Consiste en grupos apretados de células nerviosas individuales, muy densamente agrupadas para transmitir información extremadamente detallada. Cuando se produce un daño en el nervio óptico, las personas pueden notar problemas con el campo visual como atenuación, manchas, oscuridad total en un área o puntos ciegos. Problemas como la visión borrosa y las moscas volantes suelen ser el resultado de problemas en la parte frontal del ojo.
Una posible causa de daño al nervio óptico es la inflamación, provocada por la neuritis óptica. La inflamación constante no tratada puede hacer que las células nerviosas comiencen a descomponerse, lo que interfiere con su capacidad para transmitir información. El glaucoma, una afección que las personas suelen asociar con una presión ocular alta, también puede dañar el nervio óptico. Los tumores pueden crecer sobre el nervio o presionarlo y causar lesiones. Las interrupciones del suministro de sangre causadas por una enfermedad vascular también pueden ser una fuente de lesiones en este nervio.
El traumatismo por fuerza contundente en la cabeza a veces puede causar daño al nervio óptico. Si bien este nervio está aislado en el cráneo, las lesiones penetrantes en la cuenca del ojo pueden golpear el nervio, o las lesiones por aplastamiento en parte de la cabeza pueden comprimirlo, cortando el suministro de sangre y provocando la muerte de las células porque no pueden obtener suficiente oxígeno y nutrientes. . El daño del nervio óptico también puede ser el resultado de errores cometidos durante la cirugía, aunque se tiene cuidado de evitar este nervio, si es posible, en los procedimientos quirúrgicos.
Cuando los pacientes experimentan problemas con la vista, un examen físico para verificar si hay daño en el nervio óptico es un paso importante para abordar el tejido. El médico puede determinar qué está sucediendo dentro del ojo y comenzar a desarrollar planes para tratar el problema y detener el daño. Es posible que las personas con un mayor riesgo de daño al nervio óptico, como las personas con diabetes y presión arterial alta, deban visitar al médico con regularidad para identificar cualquier señal de advertencia temprana, con el objetivo de detener el daño tan pronto como comience a aparecer.