En su forma básica, la electricidad inalámbrica utiliza el concepto de transferir energía eléctrica de un lugar a otro sin el uso de cables. Tradicionalmente, toda la energía debe transferirse desde la fuente a un dispositivo que usa la electricidad a través de algún tipo de línea de transmisión. Sin embargo, la energía inalámbrica utiliza varias formas de transferencia que no requieren esta línea. Los beneficios de la electricidad inalámbrica vienen en forma de transmisión continua de energía y la falta de necesidad de cables que pueden convertirse en una molestia o incluso en un peligro. La transmisión de electricidad inalámbrica se ha utilizado desde finales del siglo XIX, pero debido a restricciones comerciales, la expansión tecnológica de su uso fue limitada.
La forma más común de transmisión de energía inalámbrica se conoce como transferencia de campo cercano. Utiliza los conceptos de inducción magnética para transferir energía a distancias cortas de un lugar a otro. La inducción magnética es un lugar común en la electrónica moderna, sobre todo en el transformador. Dos circuitos no están conectados físicamente, pero utilizan su proximidad para crear un campo electromagnético, que transfiere energía de una fuente a un dispositivo. Un ejemplo principal de esto es el cepillo de dientes eléctrico moderno, que cabe en un pequeño dispositivo de carga que, a su vez, proporciona energía a través de placas de metal en cada parte del dispositivo colocadas muy cerca unas de otras.
Una forma diferente de electricidad inalámbrica puede transferir energía a largas distancias. Esto se conoce como el método de campo lejano y se puede utilizar para transferir energía a través de ondas de radio, microondas o láseres. El beneficio de este sistema es su obvia ventaja de distancia sobre la inducción magnética. Sin embargo, un desafío con el método de campo lejano es el hecho de que la energía debe enviarse de una manera idéntica a la forma del receptor. Por ejemplo, una antena que recibe energía a través de ondas de radio debe coincidir con la frecuencia correcta de la transmisión de la fuente.
Después de la invención de una forma de transferir ondas de radio de muy alta frecuencia y ultra alta frecuencia por Heinrich Hertz en 1888, el inventor Nikola Tesla comenzó a desarrollar una forma de transferir electricidad inalámbrica. En 1891, pudo patentar un método para iluminar bombillas. Esto fue más notable en sus demostraciones en la Exposición Mundial de Columbia en Chicago. Mientras continuaba el proceso, no fue hasta mediados del siglo XX y más allá que la técnica de inducción magnética y energía inalámbrica se utilizó comercialmente. Un desafío importante residía en el método de cobrar a las personas por el consumo de energía, cuando esencialmente se transmitía a las masas.